Coproducida por LABoral y el Banco SabadellHerrero, esta muestra propone una recuperación sensible de estos parajes y busca superar la imagen tradicionalmente denostada de esta zona industrial de Asturias, donde la concentración de la actividad minera y siderúrgica transformaron radicalmente su paisaje más próximo por exigencias de una rápida explotación industrial.
Partiendo de la identificación, selección y catalogación de aquellos ejemplos de arquitecturas, construcciones o elementos urbanos representativos de este singular entorno sin equivalente en Europa, la exposición que ahora se presenta en esta localidad leonesa se plantea como una especie de rito iniciático en el que se muestran los resultados del trabajo de documentación y catalogación realizado durante el proceso de investigación con voluntad analítica y divulgativa.
Cuatro paisajes
La investigación, desarrollada por Nacho Ruiz Allén y Sara López Arraiza, que forman parte de Zon-e Arquitectos, quienes también son comisarios de la exposición, refleja que la coexistencia de los paisajes natural, rural, industrial y urbano no se da de un modo regulado o planificado. Los límites entre unos y otros están vagamente definidos y esto hace que sea difícil precisar con exactitud el área de influencia de cada uno de ellos.
En su conjunto, las cuencas se perciben como un magma de identidades contrapuestas pero entremezcladas. La complicada orografía de la zona, unida al corto periodo de tiempo que ha transcurrido desde que estos valles abandonaron su configuración original, han motivado la entrada en conflicto de los cuatro paisajes que las conforman.
Una nueva mirada
Tanto el estudio como la exposición ulterior tratan de ensayar una nueva mirada encaminada a la reactivación sensible y cultural de esta zona. En palabras de los comisarios, “debemos entender que no basta con recuperar y preservar en un estado original, momificado, el patrimonio industrial de las cuencas mineras. Su recuperación debe ir acompañada necesariamente de una identificación de las especiales virtudes que posee este paisaje. El reto de la sostenibilidad, en el delicado contexto económico en el que nos encontramos, ha de suponer ante todo la capacidad de gestionar la herencia recibida, uno de cuyos primeros pasos es su puesta en valor. En el caso concreto de las cuencas asturianas, en franco declive desde hace tiempo, se hace aún más necesario realizar este tipo de acciones”.
En sus salas podrán verse las referencias bibliográficas del estudio, los ejemplos más destacados de los “artefactos”, palabra con la que los comisarios se refieren a las arquitecturas híbridas que son el núcleo de este proyecto, y NiFe, la obra sinfónica de Flores Chaviano, vinculada a la memoria de los valles mineros de Asturias.
Esta exposición llega al museo de Sabero tras su paso por el Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón y la Sala de Arte del SabadellHerrero en Oviedo.