'Auga Doce', agua y arte de la mano

El país de los mil ríos, de nieblas literarias y nubes reales, de eternas borrascas y paisajes húmedos… Galicia es agua dulce. Un elemento clave de su identidad y, al mismo tiempo, tantas veces olvidado en su universo cultural tras la poderosa presencia del Atlántico. De esta realidad nace esta exposición multidisciplinar que invita a contemplar el agua a través de la mirada prestada de los artistas y redescubrir su belleza infinita y universal.

Pinturas, esculturas, fotografías, vídeos e instalación van de la mano de ingenios científicos, avances tecnológicos y objetos etnográficos. Un total de 700 obras que sumergen al visitante en una intensa experiencia estética a través de grandes nombres de la creación contemporánea, como David Hockney, Gerhard Richter, Mario Merz, Louise Bourgoise, Martín Chirino o Chema Madoz, y de maestros clásicos de la talla de Piranesi, John Constable, Henry Lewis o Audubon.

Auga Doce también ofrece un viaje por las propiedades de las aguas subterráneas gallegas, de sus ríos y manantiales, del aprovechamiento histórico que los gallegos han hecho del agua y, como no, la plasmación artística de esta relación identitaria.

Más allá de Galicia

Pero la exposición trasciende la realidad gallega, invitando al visitante a conectarse con otros pueblos. Por primera vez en Galicia ofrece la posibilidad de explorar expresiones artísticas de comunidades culturales como la esquimal o el arte aborigen australiano; y aproximarse a otras culturas con las que compartimos más de lo que pensamos, como la africana o la oriental.

Hasta 140 instituciones nacionales e internacionales, como el MoMA, el Victoria & Albert, el Rijksmuseum, el Musée D’Orsay, el Reina Sofía o el Thyssen-Bornemisza aportan a esta muestra obras de sus colecciones, que se suman a las procedentes de los principales museos y colecciones gallegas, como el CGAC, el Museo de Belas Artes da Coruña o el Museo de Pontevedra.

Incursión acuática

Auga Doce se extiende por las cuatro plantas del Museo Centro Gaiás. La exposición comienza descendiendo al Agua Escondida, donde el visitante puede explorar la geografía e introducirse en las grutas y los glaciares de las obras de Steve Duncan, Robbie Shone o las arquitecturas imposibles de Giovanni Battista Piranesi.

La segunda planta acoge Agua en la Tierra, surcada de grandes ríos y paisajes sobrecogedores, desde el universo creativo de Eugenio Granell a la delicadeza del arte de Ukiyo-e y las estampas japonesas de maestros como Hokusai o Hiroshige, el descubrimiento del arte inuit, una buena representación de la Escuela de la Haya o las obras más actuales, como la pintura de Gerhard Richter.

El viaje continúa analizando la convivencia de Hombre y Agua, donde tiene lugar una reflexión sobre el ciclo del agua a través de la mirada de Chema Madoz, Hans Haacke, Nacho Criado o Jorge Perianes; la lucha titánica del ser humano por dominarla y capturarla o las soluciones domésticas y sociales para su mayor aprovechamiento, donde pueden apreciarse desde recipientes de agua o cerámica de la Real Fábrica de San Ildefonso hasta la arquitectura nazarí de la Alhambra.

La visita concuye con un espacio llamado Mirando al cielo, donde se exploran los fenómenos atmosféricos plasmados en las pinturas de David Hockney, en las fotografías de André Kertesz o en los dibujos de Louise Bourgoise. Junto a ellos se presenta una potente representación de la pintura austriaca, con obras de Franz Sedlacek, Alfred Basel o Max Neubök. El simbolismo emocional del tiempo se incorpora a través de las fotografías de Cristina García-Rodero o de la portuguesa Helena Almeida.