Desde este miércoles, 12 de marzo, y hasta el 2 de abril, las cuatro películas que componen 24 pinceladas/segundo muestran cómo, escapando a los usos más convencionales, algunos cineastas han tratado de plasmar en pantalla un determinado estilo pictórico (ya sea de una época, de una corriente artística o de un pintor concreto) sin limitarse a las convenciones de la ambientación ni acudir a la técnica del tableau vivant, que mimetiza la composición de lienzos famosos, sino optando por tratar de plasmar la esencia de ese estilo pictórico, adoptando la iconografía de los artistas (o el artista) y recreando de manera fiel sus formas.
El primero en revelar esta particular adaptación, en su caso de la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII, es Jacques Feyder con su película La kermesse heroica (1935), en la que a lo largo de todo el metraje se van sucediendo citas a obras de Peter Paul Rubens, Johannes Vermeer, Rembrandt van Harmernszoon, Frans Hals y Jan Brueghel.
El miércoles 19 el turno corresponde al español Edgar Neville con su Domingo de carnaval (1945), filme definido por el propio director como «un Solana en movimiento» y en el que se establece una inequívoca imbricación entre la pintura y la iconografía del pintor José Gutiérrez Solana y el peculiar universo fílmico y estilo del cineasta.
Toulouse-Lautrec y Vermeer
Una semana más tarde, Moulin Rouge (1952), el singular biopic de Henri de Toulouse-Lautrec dirigido por John Huston, permite al espectador adentrarse en la iconografía y estética de este pintor postimpresionista francés, reforzada por las posibilidades del Technicolor y por el uso de filtros y gelatinas de colores aplicadas al objetivo de la cámara.
Por último, La joven de la perla (2003), de Peter Webber, es la encargada de abordar el 2 de abril las relaciones entre las pinceladas de Johnannes Vermeer y los fotogramas de Webber en esta especie de biopic apócrifo del pintor holandés, donde el diseño de producción, la luz y la fotografía acercan a la particular luminosidad que poseen sus célebres cuadros.
Todas las películas se proyectan en versión original con subtítulos en el salón de actos del Museo Arqueológico de Asturias y están precedidas de breves introducciones realizadas por especialistas. La entrada es libre hasta completar el aforo.