Este singular proyecto nace de las fotografías que Saura tomaba en sus frecuentes viajes a Madrid desde el pueblo en el que vive en la Sierra de Guadarrama: «En un principio para probar objetivos y máquinas fotográficas y más tarde por simple curiosidad, hice un montón de fotografías de mis compañeros de viaje».
Como no podía exponerlas, dado su carácter íntimo y personal, se le ocurrió que la mejor forma de hacerlo era dibujándolas hasta el punto de que fuera imposible reconocer a las personas retratadas, lo que hizo durante diez años con diversas temáticas. «Como fotógrafo defiendo la fotografía sin manipulaciones ostensibles, pero Fotosaurios se aproxima más a la pintura».
Más talento que yo
«Hay personas con más talento que yo, que hacen mejores películas que yo, mejores fotografías, que escriben mejor, que dibujan y pintan mejor, pero lo que yo hago no hay nadie que lo haga como yo. Con esa seguridad, que no implica autocomplacencia, sino más bien la satisfacción de un trabajo que ocupa un espacio ya importante en mi vida y que está más cerca de la improvisación que de otra cosa, se presentan ahora ante ustedes algunos de mis Fotosaurios«.
Carlos Saura