Diseñador, fotógrafo, tipógrafo y poeta, Josef Albers es más conocido por sus vínculos con la Bauhaus (en la que fue alumno y maestro entre 1920 y 1933) y por sus pinturas al óleo de la serie Homenaje al cuadrado (1950-76), pero a lo largo de su carrera desarrolló también una importante producción de obra gráfica.
Desde los austeros blancos y negros de sus primeras xilografías, cuyos motivos se inspiran en el paisaje de la minería del carbón de su ciudad natal, Bottrop, en la histórica región de Westfalia, hasta los colores vivos y la geometría abstracta de las serigrafías de los años 60 y 70, Albers siempre se sintió atraído por el grabado gracias a la libertad de creación y la oportunidad que ofrecía el medio para el ensayo y error, la experimentación y la innovación.
Ensayo y error
Josef Albers: proceso y grabado (1916-1976) se adentra en las técnicas y procedimientos que utilizaba el artista a través de 103 piezas de obra gráfica procedentes de The Josef and Anni Albers Foundation y seleccionadas entre los casi 300 grabados individuales que creó.
Más que reproducciones múltiples de una sola imagen, estos grabados son el resultado final y único del vínculo íntimo que el artista estableció con una amplia gama de materiales, procesos y tecnologías, algunas de ellas convencionales y otras no tanto.
Albers experimentó con varios medios impresos, desde grabados en relieve sobre madera y linóleo hasta litografías sobre placas de zinc, de piedra y en color; con técnicas de intaglio y con serigrafías.
Visión poco común
El visitante se encontrará con una visión poco común acerca del funcionamiento de la imaginación del artista, el recorrido muestra sus estudios individuales y las series en las que se despliegan el proceso y el progreso de la creación de imágenes.
Vistos en conjunto con sus estudios y dibujos preparatorios, los grabados de Albers revelan el desarrollo de un conocimiento lleno de matices sobre cómo los elementos de las formas, textura, línea y color, pueden descubrirnos ricas y sorprendentes experiencias visuales.
- La exposición viajará hasta el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca del 8 de julio al 5 de octubre de 2014
Alemania, 1888 – Estados Unidos, 1976
Josef Albers nació en Bottrop (Westfalia, Alemania) en 1888 y murió en New Haven, Connecticut, EE.UU. en 1976, su país de adopción y al que emigró en 1933, el año de acceso al poder de los nazis que, entre otras acciones, intervinieron en la Bauhaus, de la que Albers, hasta entonces, había sido profesor en sus distintas sedes: Weimar, Dessau y Berlín.
Al instalarse en Estados Unidos, trabajó en la facultad de Black Mountain College (Carolina del Norte) hasta 1949. Posteriormente dirigiría el Departamento de Diseño de la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut), de la que se jubiló en 1958. Albers compaginó siempre la creación artística con la pedagogía, y numerosos artistas estadounidenses fueron alumnos suyos. Fue el primer artista vivo al que el Metropolitan Museum de Nueva York le dedicó una exposición en 1970.