La historia gira en torno a Sofía y Pablo, una pareja que lleva cuatro meses conviviendo bajo el mismo techo. Un tiempo que ha sido una maravilla para ella pero el peor de los infiernos para él.
Pablo quiere poner fin a su relación con Sofía, pero no sabe cómo. Para ello se vale de Martín, su mejor amigo, al que encarga la misión de vivir con ellos. Martín se resiste pero acaba cediendo al plan de su amigo, que con su presencia desestabilizará la convivencia poniendo al límite a Sofía. Este es el plan, vivir con ellos una semana, nada más. A lo largo de esa semana se verán en situaciones nuevas, inesperadas y sorprendentes que revelarán facetas de sus personalidades completamente desconocidas y ocultas.
Crítica a la inmadurez
Una semana, nada más es una comedia donde se pone de relieve la falta de compromiso, de valor, de sinceridad… Estos son los ingredientes de una obra en la que abunda el arte de complicarse la vida con la mentira, con los que Michel Clement hace una crítica de los treintañeros.
Los conflictos dignos de la adolescencia son más ridículos y absurdos cuando se supone que uno ya ha encarrilado sus decisiones hacia una vida estable y adulta. La falta de madurez de los personajes da juego a crear situaciones en las que, cuanto más grande es la mentira y peor lo pasan los personajes, más se divierte el espectador.
Otro tema de la función es el sentimiento de culpa, una de las emociones más destructivas y desagradables que puede tener el ser humano. El comienzo de la situación parte de la imposibilidad de un personaje para afrontar este sentimiento. Ser el responsable de la ruptura de una pareja es un rol del que los hombres suelen huir aterrados. A este acompaña el sentimiento de inseguridad.
- Los miércoles, jueves y viernes a las 20.00 h; los sábados a las 18.30 y las 20.30 h; y los domingos a las 18.30 h.