Philip-Lorca diCorcia es uno de los fotógrafos en activo más influyentes del mundo, reconocido por su contribución a la ampliación del campo artístico y lingüístico de la fotografía. Entre la realidad y la ficción, el Centro de Arte Alcobendas acoge la obra del artista estadounidense en una exposición que sirve para aproximarse a un trabajo que esconde narraciones inexplicables que el autor invita a continuar con los propios sueños y experiencias del espectador.
El artista emplea la fotografía como un medio ficticio capaz de crear extraordinarias y complejas realidades que parten de composiciones sencillas. Sus imágenes se debaten entre la documentación y el montaje teatral, alternando entre mundos públicos y privados y que incluyen tanto a miembros de su familia, su círculo de amigos o personas desconocidas.
Imaginar historias
El lenguaje del narrador muestra una veintena de obras comprendidas entre los años 1987 al 2007. “El artista nos ofrece la posibilidad de ahondar en historias que recogen la profundidad de las relaciones humanas, que cuestionan la identidad y los sueños, recorren el frágil límite entre los privado y lo público, penetran en el humor, rozan el absurdo, experimentan con el silencio y atraen los sentimientos”, explica Lorena Martínez de Corral, comisaria de la exposición.
El recorrido por la muestra ofrece algunas de las imágenes que comentó diCorcia durante su clase magistral en Alcobendas el pasado mes de octubre, cuando acudió a recibir el premio Alcobendas. Fotografías de las series Street Work, Heads o Hustlers, con la que se dio a conocer, retratan a prostitutos de Los Ángeles a los que pagó el tiempo que necesitó para realizar las imágenes como si hubiera requerido sus servicios. Fotografías para contemplar e imaginar historias propias.