Desde que nace como Centro de Estudios de Arte Contemporáneo, la Fundació se convierte en un foco generador de cultura contemporánea. La programación del Espai 10, nacido en 1978 y convertido más tarde en el actual Espai 13, ha constituido un reto a lo largo de los años, pero también una apuesta continua: la construcción de un espacio de producción de arte emergente, de un lugar dentro de la institución donde los artistas todavía se puedan equivocar.
35 años después
Mostrar los 35 años de recorrido de este espacio significa mostrar sus aportaciones y el entramado de relaciones que desarrolló: la historia y el contexto, que discurren a la vez, una historia local que es también la que contribuye a crear la emergencia internacional.
Como si las programaciones del Espai 10 y el Espai 13 hubiesen constituido un centro de arte dentro de la propia Fundación, la exposición y el libro que la acompaña plantean todo lo que ocurrió en sus espacios como si se tratase de una colección.
Piezas que permiten recuperar una exposición pasada, documentación de otras exposiciones y una rigurosa disposición espacial siguiendo los temas fundamentales del arte contemporáneo en las cuatro últimas décadas permiten poner de manifiesto cómo el patrimonio generado es una condensación de sus condiciones socio-históricas y de su alcance como institución.