Por un café de la inmediata posguerra española van desfilando Escobar, Luca de Tena, Ricardo Calvo, Lola Membrives y Celia Gámez. Juntos, pero no revueltos. El crítico observa y comenta desde su silla eléctrica, o guarda silencio. A través de sus metas y sus fracasos nos acercamos a la escena nueva española, con sus pilares inamovibles de antaño, su inagotable ambición de futuro.
Esta dramatización nace del interés por recordar hoy los avances y elementos de modernización introducidos en el teatro español contemporáneo a través de los directores de escena y otros profesionales en los años cuarenta del siglo XX. Compone estampas que cuentan de dónde venimos, con rutilantes figuras e irreparables ausencias. Estampas que no ocultan lo que entonces faltó, y alumbran, tal vez, qué nos puede faltar hoy. El eterno debate entre la tradición y la modernización no se resolvió a través de movimientos ni propuestas vanguardistas de calado internacional, sino con oficio, entusiasmo y el sostén económico de un régimen necesitado de propaganda interior.