Las obras de Moreno surgen del traspaso bidimensional del papel a un espacio tridimensional en formato escultórico.
Tras la yuxtaposición y entramado continuo de diferentes grosores de varillas de acero se generan una serie de microatmósferas o nebulosas, de manera individualizada, dejando entrever un único motivo desdibujado que se repite constantemente de una forma perturbadora, adictiva y poética al mismo tiempo.
El ritmo, el gesto, el trazo y la experimentación del dibujo con finas varillas de acero es la base de esta exploración de la cual surgen pequeñas piezas monocromáticas con rasgos de delicadeza y sensibilidad.