Las exposiciones Chile en fiesta, de Alejandra Undurraga y Catalina Riuort; Gigantos, de la brasileña Raquel Brust; y Elemento Latente, de 10 fotógrafos diferentes de América Latina, podrán verse en Casa de América entre el 6 de junio y el 27 de julio.
Las calles de toda América Latina han centrado las miradas de numerosos fotógrafos desde diversas perspectivas y ángulos. La propuesta de Casa de América es un ejemplo de esta riqueza y del protagonismo que los elementos urbanos y las historias de gente anónima pueden tomar cuando es el fotógrafo el que decide.
Chile en fiesta
Esta muestra se compone más de una veintena de fotografías, recogidas en el libro Chile en fiesta (2007), y realizadas por las fotógrafas chilenas Alejandra Undurraga y Catalina Riuort. La muestra celebra la afirmación del mundo que implica la fiesta y pone en valor el patrimonio inmaterial de la cultura chilena.
Gigantos
La artista brasileña Raquel Brust utiliza en Gigantos –una proyección de fotografías híper dimensionadas–, la arquitectura como soporte para retratos de gran formato. Se trata de una acción que dialoga con el paisaje urbano e interacciona con el público. Una fotografía activa, donde obra y espectador se confunden.
Elemento Latente
La exposición, incluida en el marco de la Sección Transatlántica, presenta diferentes propuestas que llaman la atención sobre personajes desconocidos o indagan sobre hechos que pasan desapercibidos. Marlos Bakker reflexiona sobre el coche como lugar privado; Stefan Schmeling muestra torres de vigilancia en São Paulo; Alejandro Cegarra analiza otros ámbitos sociales con un reportaje sobre un edificio ocupado; Mariza Versiani aborda, desde una perspectiva poética, una serie sobre trabajadores; Karina Muench investiga los feminicidios en Bolivia; Romulo Pena indaga acerca del alto índice de suicidios en un poblado de Venezuela; Gustavo Lacerda elabora cuidados retratos de albinos; Elena Pastor genera una imagen de su padre a partir de sus posesiones; Claudia Arechiga muestra el momento en el que se asignan temas en el periodico en el que trabaja y Carolina Krieger materializa un mundo en silencio.