La exposición, que reúne pinturas sobre tela, papel y obros soportes, esculturas y obra gráfica realizadas entre los años 1931 y 1981, gira en torno al interés de Miró por la materia, que le sirvió tanto para aprender nuevas técnicas como para llegar a la pureza del arte, y en la experimentación en torno a la libertad y los efectos de la creación en varios soportes.
Este interés por la experimentación se manifiesta en las palabras del artista en una entrevista de Yvon Taillandier en 1959 en las que decía que «la materia, el instrumento, me dicta la técnica, un medio para dar vida a una cosa […] En mi pintura, una pequeña línea con una forma gruesa, al final es un imprevisto, yo soy el primer sorprendido […] Más que el cuadro en sí, lo que cuenta es lo que lanza al aire, lo que difunde».
Experimentos
Bajo la dirección de Rosa Maria Malet, la muestra recoge una amplia selección de la experimentación de Joan Miró a través de cuatro salas. En la primera se exponen trabajos realizados entre 1931 y 1944, en los que el artista catalán utiliza todo tipo de superficies y procedimientos para ir más allá de la pintura. Miró se limita a trabajar en formatos muy pequeños, en un período creativo que está marcado por la guerra.
La segunda sala parte del año 1956, cuando se traslada a Palma de Mallorca, donde su amigo el arquitecto Josep Lluís Sert le diseña un taller. En la madurez de su carrera, el artista experimenta hasta dónde puede llegar la materia en varios soportes, como tela, papel o cartón. En aquellos da inicio a su obra escultórica a partir de objetos populares.
En los 70, Miró sigue con su experimentación. Aquí se muestra a un artista con 80 años, que repinta sus obras, las quema o las agujerea para eliminar de la pintura todo lo que tiene de pintura. Destruyendo y creando a la vez, el artista provoca al espectador y cuestiona el valor económico de la obra de arte.
Finalmente, el visitante podrá ver el interés del artista por otras técnicas, como la escultura, el tapiz o la obra gráfica, que le permiten colaborar con artesanos. Joan Miró desafía la técnica buscando la libertad de expresión que ha conseguido con la pintura. Destacan sus trabajos con carborundo, que le permite enriquecer la materia y potenciar el trazo de sus grabados.