Esta pieza de Lope cuenta con un texto vivo y arrollador que presenta a dos bandoleras, que no son agresivas, ni deformadas, sino que buscan restablecer su honor a través de la venganza. Son chicas llenas de ilusiones frustradas que se desquitan centrando su rabia contra el género masculino.
Se ha mostrado a los bandoleros como salteadores, pero la realidad es que el bandolerismo ha sido un fenómeno sociológico producto de la pobreza y la injusticia, que propiciaron la rebeldía como única respuesta a una sociedad que sólo defendía los intereses de unos cuantos, que en el caso de la obra, son los hombres.
En el montaje Las dos bandoleras se introducen fragmentos de otra obra de Lope que tiene temática bandolera, se trata de La Serrana de Vera. Leonarda, la protagonista y su amante, Don Carlos, se aparecerán ante las dos hermanas bandoleras. Pero, además, se han incluido sonetos y fragmentos de otras piezas del autor, como las arengas antibélicas de El asalto de mastrique para el gracioso Orgaz.
Honor
Las hermanas Teresa e Inés quieren tomar el rumbo de su vida, están hartas de esperar a los hombres que están luchando en la guerra contra los moros. Su padre era el que tenía que decidir con quién se casarían y cuándo, pero ellas han entregado su amor a dos soldados de paso por el pueblo de los que se han enamorado. Ambos amantes se han aprovechado de la ausencia de su padre, pero cuando ellas les piden compromiso, los dos huyen.
Las dos hermanas burladas, llenas de rabia y de razón, deciden seguir los pasos de la bandolera del romance popular, la mítica Serrana de la Vera. Se convierten en salteadoras, para así vengarse de la condición masculina y matar a todo hombre que se atreva a cruzar la sierra que han elegido como escenario de su particular revancha. Porque para la sociedad ellas son las que deben ser juzgadas, a pesar de haber sido las víctimas de la burla.