Este personaje de la mitología clásica llega envuelto de flamenco y con un reparto que encabeza José Serrano, coreógrafo que se mete en la piel de Perseo, y que se completa con Carmen Camacho, David Martín, Rosario Pedraja, María Jesús Garcia, Daniel Saltares, Alejandro Rodríguez, Raúl Fernández, Manuel Ramírez, María Jesús Garcia, Rosario Pedraja, Carmen Camacho, Cristina Aldón, Tamara Macías, Daniel Saltares, Alejandro Rodríguez, Raúl Fernandez y Manuel Ramírez.
Reto musical
Medusa, la guardiana es el primer espectáculo que Baras crea adentrándose en la mitología grecorromana. La bailaora se mete en la piel de este ser mitológico monstruoso a través del flamenco, y mediante el flamenco dota a la gorgona de una nueva dimensión menos monstruosa. “Ha sido un regalazo profundizar en el personaje, descubrir las posibilidades que tiene y poder defender a una mujer violada y a la que convierten en un bicho”, asegura la directora.
El espectáculo cuenta con la dirección musical de Keko Baldomero, quien tuvo que afrontar el reto musical de mezclar las raíces flamencas de la compañía con acordes que diesen identidad a la época. “La forma de interpretar y crear la música de Keko no puede ser más bonita, ni más grande ni más profunda por intentar explicar y decir con su guitarra lo que queremos contar”, abunda Baras.
El público se encontrará con un espectáculo salpicado de momentos clásicos y contemporáneos y con una coreografía en la que prima más la interpretación que el movimiento. Una producción muy diferente a la que la compañía de Sara Baras ha venido montando hasta el momento.
Castigo ¿ejemplar?
Medusa es una hermosa sarcerdotisa del templo de Atenea, la Diosa de la Guerra. La joven, que vive junto a sus hermanas, Esteno y Euríale, se convierte en aspiración de muchos pretendientes, entre ellos, Poseidón, dios del mar, que en un ataque de locura la viola quitándole su bien más preciado, la virginidad.
Atenea considera que es Medusa la culpable y le impone un castigo ejemplar, convirtiéndola en una bestia con cabello de serpiente. Además, la joven convertirá en piedra a todo el que la mire a los ojos. Medusa es desterrada a una isla desierta, donde irá creciendo su leyenda. Héroes venidos de todas partes querrán matarla para quedarse con sus poderes. Pero es Perseo, hijo de Zeus y de la mortal Dánae, quien definitivamente acaba con su vida, decapitándola, para salvar a su madre.