Arquitecto y teórico de la arquitectura, ingeniero, diseñador y pintor, Le Corbusier reunió a lo largo de su vida cerca de 2.300 tarjetas postales, que comenzó a coleccionar alrededor de 1907. Conservadas en los archivos de la Fondation Le Corbusier, siempre han permanecido relegadas a un segundo plano, sin ser objeto de un estudio particularizado.
Investigación
Comisariada por Luis Burriel, la exposición recoge una selección de esta colección, en diálogo directo con otras fuentes que el arquitecto utilizó a lo largo de su vida para crear uno de los lenguajes más definitorios de la modernidad: croquis, cuadros, textos, fotografías y proyectos. Esta muestra revela al público el valor de un material que el arquitecto siempre conservó en la intimidad de su apartamento, sin aportar ninguna reflexión o pensamiento al respecto.
Este análisis ofrece una mirada espontánea, fresca y renovada sobre la extensa y multidisciplinar obra de Le Corbusier, estableciendo vínculos entre diferentes medios de trabajo, al tiempo que permite una relectura de sus fuentes de inspiración. A través de sus ojos, las postales adquieren su verdadero significado como instrumento de investigación y de aprendizaje, como un medio para la fantasía y la liberación.
Más allá de su papel como un soporte capaz de fijar memorias y experiencias, éstas se convirtieron en una referencia emplazada en el centro de una constante y particular dialéctica entre el mundo real y sus propios logros, a caballo entre la tradición y la modernidad, poniendo de relieve su capacidad de síntesis.