Durante 200 años, el barrio del Sacromonte fue habitado por gitanos que se asentaron en las cuevas atraídos por los fieles que peregrinaban a la abadía del Sacromonte. Estos fieles significaban una fuente de ingresos y los gitanos vieron una forma de ganarse la vida. El flamenco se convirtió no solo en una forma de entretener a los peregrinos, sino en todo un arte de transmisión de padres a hijos. En los años 60, el barrio llegó a su cénit: sus 6.000 habitantes eran flamencos y sabían tocar, bailar o cantar. En 1963, unas inundaciones provocaron el desalojo de todos los habitantes del barrio. La familia flamenca se dispersó por otras zonas de Granada y el desalojo trajo la ruptura del barrio.
El Sacromonte y sus cuevas han servido de fuente de inspiración a artistas como Debussy, Glinka, Falla o Lorca, y siguen siendo visitadas por turistas y visitantes ilustres que vienen de todo el mundo a nuestro país. El documental de Chus Gutiérrez recupera su memoria a través de los supervivientes de una época dorada y perdida y hace un recorrido por el pasado para reencontrarnos con sus raíces y sus recuerdos de la mano de Curro Albaycín y de la propia Gutiérrez.
Entre los numerosos artistas flamencos que participan en la película se encuentran Pepe Habichuela, Manolete, Mariquilla La Coneja, Niño de Osuna, Raimundo Heredia Heredia, La Porrona, La Mona, Jaime el Parrón La Salvaora, El Niño de las Almendras, Palmira Maya, La Peya, Juan Andrés Maya, Alba Heredia, Rafi Heredia, Antonio Campos, Chonico, Chonchi Heredia, Sara Heredia Fernández, La Nitra o Claudia la Debla.