Ambientada en la sociedad vienesa de mediados del siglo XIX, la obra relata la historia de una mujer fuerte y soñadora que espera encontrar al hombre de su vida, pero se ve presionada por sus padres –completamente arruinados– para que consiga un marido rico.
El debut de Caballé
Christoph Loy, el director de escena, potencia con su particular visión actoral y satírica la hipocresía e intereses de la sociedad aristocrática de finales del siglo XIX, con el trasfondo histórico de la descomposición del Imperio.
La ópera tiene un significado especial para el Liceu ya que Arabella fue el título con el que debutó en el Teatro la soprano Montserrat Caballé, en el año 1962, con un notable éxito.
Arabella, comedia lírica en tres actos que se estrenó en Dresde en 1933, es fruto de la última colaboración entre Strauss y el escritor y libretista Hugo von Hofmannsthal, que moriría poco después. Juntos estrenaron un total de seis óperas, entre las que figuran algunas de las piezas más bellas del repertorio straussiano, como Elektra, Der Rosenkavalier y Die Frau ohne Schatten.
Con Schwanewilms
El Liceu acogerá esta ópera en cinco funciones en el mes de noviembre, los días 17, 20 23, 26 y 29, con una producción de la Ópera de Frankfurt caracterizada por un minimalismo escénico excepcional y que requiere de una precisión técnica muy cuidada y una coordinación perfecta entre artistas y técnicos.
Christof Loy y Ralf Weifert, el director musical –que a última hora ha sustituido al maestro Ros-Marbà por enfermedad–, dirigirán un equipo compacto de cantantes, liderado por la protagonista Anne Schwanewilms, la soprano straussiana del momento, que ya en su debut causó sensación convirtiéndose en el centro emocional del espectáculo.
Ofelia Sala, Michael Volle y Will Hartman asumirán los papeles de los otros protagonistas principales. El director del Coro será Peter Burian, titular del Liceu, nacido en Viena y profundo conocedor del repertorio de Strauss.