Suda expone sus pequeñas plantas y flores hiperrealistas de madera. Para este artista, las esculturas son intervenciones, superposiciones sutiles a un espacio existente. Cada escultura es solo la mitad de la obra de arte: la otra mitad es su instalación.
Además, el elemento sorpresa es fundamental en sus trabajos. Los visitantes que entren en la exposición se preguntarán si se han pasado algo por alto. A pesar de que el espectador ya es consciente de que en una galería de arte es poco probable que haya plantas reales que crezcan en las paredes, el realismo de cada escultura exige una inspección más cercana de la obra.
Esta fusión de los límites entre la realidad y la ilusión otorga un sentido surrealista a estas esculturas y consigue, en palabras del artista, “convertir lo ordinario en asombroso”.
Esta exposición forma parte del programa Apertura 2014, con el que se inaugura conjuntamente la temporada de las galerías de Madrid.
Sobre el artista
Yoshihiro Suda (Yamanashi, 1969) desarrolló su interés por tallar plantas siendo estudiante en la Universidad de Arte Tama en Tokio a principios de los 90. En estos años, en los que el arte conceptual imperaba y la idea de que el arte podía ser decorativo o estético era ignorada, la posición de este artista resultaba bastante sorprendente al crear obras únicas que no requiriesen ningún conocimiento previo de la teoría del arte contemporáneo.
Influenciado por la tradición de los grandes escultores japoneses, con estas esculturas trae de vuelta al presente las ideas tradicionales de la belleza y la artesanía en el arte, invitando al espectador a observar más de cerca la decoración aparentemente insignificante que se puede encontrar en cualquier objeto cotidiano.