Dentro de la muestra destaca la serie Circo (1991-1994), que resume lo sucedido en los planos político y social durante ese periodo en España a través de mensajes contundentes e irónicos, como es el conjunto de la obra de la artista, que a fecha de hoy siguen siendo «de una aplastante lucidez y contemporaneidad», según destaca Virginia Torrente, comisaria de la muestra.
La obra de Patricia Gadea se gesta en el contexto de los primeros años ochenta y se desarrolla en etapas y lugares que marcan la evolución de su trabajo (Madrid, Nueva York, regreso a Madrid y finalmente Palencia) y que pueden leerse cronológicamente. En su pintura de los ochenta y noventa se aprecia el uso del lienzo como un campo repleto de objetos y personajes, una narrativa que revela las contradicciones del momento y apela a lo popular: la hegemonía de imágenes extraídas del cómic, el collage o el recurso del cartel/anuncio, ya sea de circo, publicitario o de propaganda política.
Iconografía del cómic
El uso de la iconografía del cómic en la pintura consigue ampliar el espectro de un público al que le conciernen otros temas, que no compra ni lee tebeos, pero que ha crecido con ellos y decodifica fácilmente su significado. Cada cuadro se erige como una viñeta que recrea de manera exhaustiva temas sociales, banales, políticos y humorísticos, todos mezclados, salpicados de referencias personales de la vida de la artista.
Atomic-Circus se divide fundamentalmente en cuatro secciones. Aunque no plantea un recorrido cronológico propiamente dicho, el visitante puede hacerse una idea de la evolución de la artista desde sus primeros trabajos en Madrid hasta sus últimas creaciones sobre papel en Palencia, pasando por su experiencia artística en Nueva York y las obras que utilizan como metáfora el mundo del circo.
Madrid, Nueva York y Palencia
Durante el tránsito entre Madrid y Nueva York aparecen temas en la obra de Gadea que, siendo tan universales y corrientes como la familia, la pareja y la amistad, no dejan de ser asuntos revisados bajo su propia perspectiva, que incluye el tamiz de un humor ácido y una cierta irreverencia. En Nueva York, junto a su pareja y también artista Juan Ugalde y el escritor Dionisio Cañas, funda el colectivo Estrujenbank, donde cabían desde los cuadros con mensajes de tipo publicitario hasta las publicaciones en forma de revista o libro, pasando por anuncios, convocatorias expositivas abiertas a otros artistas y agitaciones provocadoras de índole cultural.
Tras el retorno definitivo a Madrid en 1989, Gadea comienza a experimentar con cartulinas donde el collage se mezcla con otros experimentos como la incorporación de papel pintado en los lienzos. Tras parir la serie Circo se traslada a Palencia, donde permanecerá hasta su muerte en 2006. Durante esta etapa, el trabajo se vuelve más íntimo y femenino. Los mensajes son más concretos y su soporte prioritario cambia al papel para intentar centrarse en una sola idea a la hora de plasmar sus dibujos.