El ilustrador fue un cronista excepcional de la historia cotidiana de su país entre finales del siglo XIX y principios del XX. Por medio de sus dibujos y viñetas, el autor, a quien admiraba profundamente el muralista Diego Rivera, captó la marginalidad, la tragedia, la risa, la fe o la muerte, para transmitir una imagen de su cultura que aún hoy está presente en los artistas mexicanos de las generaciones más recientes.

En palabras de Agustín Sánchez González, comisario de la muestra, que durante más de 15 años ha realizado una profunda investigación sobre Posada, “se pretende destacar que la fama e inmortalidad de este artista radica en que su obra estaba presente en todos los ámbitos de la vida cotidiana, que fue el gran ilustrador de lo mexicano y que su obra sentó las bases del arte mexicano contemporáneo”.

Recorrido artístico

La exposición Posada. Fantasías, calaveras y vida cotidiana está dividida en 11 apartados temáticos: los primeros años del artista, sus ilustraciones de cuentos infantiles, los juegos que ilustraba, las fantasías y los horrores, las imágenes religiosas, las tragedias, lo chusco y cómico, la vida cotidiana, los personajes, las fiestas y, finalmente, sus famosas calaveras.

En este recorrido el visitante podrá observar cómo la obra de Posada está muy emparentada con la de otros artistas españoles gráficos del siglo XIX, fundamentalmente de Goya, «por ejemplo, la alegoría de Saturno devorando a sus hijos de Goya le sirvió a Posada de guía para su ilustración Manuel Sánchez que se devora a sus hijos», explica Agustín Sánchez, «pero también le influyen personajes como Mariano Fortuny, que es uno de los pintores costumbristas españoles del siglo XIX, o Leonardo da Vinci, del que versiona La última cena«.

La exposición se completa con diversos talleres de estampación y grabado dirigidos al público infantil que podrán a prueba su destreza como fichas de un juego de la oca de gran tamaño ilustrado por Posada, desde el 24 de noviembre al 12 de diciembre previa reserva en el email institutodemexico.esp@gmail.com. Y para el público general los sábados del 22 al 29 de noviembre, con inscripción en el email lorenamcdb@hotmail.com


Maestro del dibujo

José Guadalupe Posada nació en una familia muy humilde y desde muy pequeño mostró una clara afición por el dibujo. Su hermano lo animó a apuntarse a la Academia Municipal de Artes y Oficios de Aguascalientes. Con 15 años ya era considerado un artista, y pronto comenzó a colaborar en la revista El Jicote. Con 19 años creó la primera de sus famosas calaveras, y tras mudarse a León (México), diversificó su producción: trabajó en publicidad diseñando etiquetas de puros, cigarros o cerillas, y también realizó estampas religiosas.

Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México, ya como un artista de prestigio, conocido como ilustrador de periódicos y revistas, y allí comenzó a trabajar con el impresor comercial Antonio Vanegas Arroyo, casa impresora que hoy en día conserva el mayor número de sus trabajos, y en cuyo taller Posada elaboró miles de ilustraciones sobre los acontecimientos que impresionaban al pueblo mexicano: catástrofes, milagros, crímenes, escándalos… Aunque Posada no fue un retratista político en sentido estricto, hizo caricaturas en torno a acontecimientos políticos de su tiempo, a favor y en contra de Porfirio Díaz y de la Revolución.