El MNAC quiere contar de manera continuada con la presencia de artistas y creadores contemporáneos mediante intervenciones o presentaciones puntuales. En este sentido persigue establecer diálogos y revisiones críticas de su colección.
La Maniobra de Perejaume reúne cerca de 130 piezas: pinturas, dibujos, esculturas, pero también objetos cotidianos, textos literarios, documentos meteorológicos, estampas y juegos populares que invitan al visitante a establecer relaciones y proponen la idea de un posible hilo conductor invisible a lo largo de los siglos. En palabras del propio Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957), ésta es una exposición «de emparejamientos de obras que desvelan un bajo campo persistente y discreto. Con una especial atención hacia las formas ovaladas, de origen tubular, bulboso, astronómico o corporal».
La muestra incluye obras anónimas y de, entre otros creadores, Antoni Maria Alcover, Joan Amades, Ramon Amadeu, Lluís Bonifàs, Joan Brossa, Juan Caramuel, Josep Comas i Solà, Joan Coromines, Josep Costa, Salvador Dalí, Lluís Domènec i Montaner, Apel·les Fenosa, J.V. Foix, Eduard Fontserè, Marià Fortuny, Federico García Lorca, Josep Maria Jujol, Frederic Macau, Marià Manent, Ramon Martí Alsina, Cèsar Martinell, Joaquim Mir, Joan Miró, Pablo Palazuelo, Pablo Picasso, Josep Real Homs, Francesc Santacruz, Antoni Tàpies, Josefa Tolrà, Francesc Tramulles, Jacint Verdaguer, Bernat Vila y El Vistaire de Sant Jeroni.
Perejaume a menudo ha sido asociado a un conjunto de prácticas que incluyen la pintura, la escritura y la performatividad propia de las obras de arte desplazadas. Esta heterogeneidad de medios y maneras de proceder produce una dialéctica que trabaja a contrapelo de los vínculos entre el texto y la imagen, voz y cuerpo, habla y territorio, así como tantos otros. Todo ello lo ha convertido en un autor de difícil clasificación que se acerca al perfil de un crítico de la cultura.