En Coleccionar Arte. Obras de la Fundación Francisco Godia se puede contemplar por primera vez la selección más completa de todas las áreas de la colección, ya que cuenta con los fondos medievales, del Renacimiento y del Barroco que nunca antes habían viajado fuera de su sede barcelonesa.

Abren la muestra dos Vírgenes románicas muy representativas de la colección, acompañadas por una delicada cruz de altar del siglo XIV, imágenes de los otros protagonistas de la Historia Sagrada, como son los santos, y cuatro tablas góticas entre las cuales destaca el Pentecostés de Lluís Borrassà, uno de los artistas más afamados del estilo gótico internacional.

Renacimiento

La colección del Renacimiento está muy bien representada en escultura por la figura del Rey mago de Felipe Bigarny y en pintura por las tablas de María Magdalena de Juan de Borgoña y San Cristóbal de la Escuela de El Bosco, con su característico catálogo de seres monstruosos.

Dos adquisiciones recientes, como son el Bodegón de Juan van der Hamen y San José con el Niño de Francisco de Zurbarán, ilustran dos facetas muy diferentes del período Barroco. De una parte, la pintura religiosa y, por otra, la naturaleza muerta de estilo cortesano que en este siglo se consagra como género de colección. Seis piezas de los siglos XV al XVIII de los talleres de Manises (Valencia) y Barcelona hacen de embajadoras de una de las áreas más importantes de la colección, la cerámica.

Tres generaciones

La pintura del siglo XX recoge la producción artística de tres generaciones diferentes de artistas que buscaron la modernidad en la ciudad de París. Ramon Casas, que fue uno de los primeros, sintetiza en la obra En el hipódromo su faceta de retratista y la modernidad de la pintura à plein air. Esta obra ejemplifica el carácter de las colecciones burguesas que llenaron sus casas con retratos y paisajes de estilo modernista.

Le siguieron Canals, Nonell, Sunyer y otros artistas como Picasso, Julio González, Joan Miró, Togores, Domínguez o De la Serna, para los cuales ya no podemos hablar de modernismo sino de modernidad o vanguardia. La exposición se cierra con el Retrato de Georgette de René Magritte y el bodegón de uno de nuestros artistas contemporáneos más internacionales, Miquel Barceló.

Múltiples puntos de vista

La selección de obras da pie a contemplar la muestra desde múltiples puntos de vista. Uno podría consistir en ver cómo la personalidad del coleccionista está presente en la colección que, además, nos brinda la oportunidad de conocer de primera mano cómo eran las colecciones de la burguesía catalana de principios del siglo XX.

El recorrido cronológico permite apreciar la evolución del arte desde el Románico hasta nuestros días y las diferentes corrientes artísticas que se han sucedido, pero también facilita diálogos entre las obras que muestran cómo han interpretado los artistas los grandes temas de la Historia del Arte: la maternidad, el retrato, el paisaje o el bodegón.