Tras su interpretación de Julio César, Mario Gas se sube a las tablas junto a Vicky Peña, Alberto Iglesias, Juan Díaz y Mamen Camacho para dar vida al texto del Nobel y ganador de cuatro Pulitzer Eugene O’Neill. «Estoy en un momento en el que me apetece mucho actuar», destaca el actor.
Escrita a principios de la década de los 40 y estrenada en 1956 en Broadway, El largo viaje del día hacia la noche está considerada una obra maestra del dramaturgo estadounidense y cuenta con una versión cinematográfica de 1962, protagonizada por Katharine Hepburn, Ralph Richardson, Jason Robards y Dean Stockwell.
Un clásico universal que Juan José Alfonso tenía ganas de poner en escena, ya que «es un texto que me ha perseguido desde que lo descubrí en el año 1988», asegura el director. «Nadie como O’Neill ha sabido relatarnos a partir de su mundo más íntimo y personal los grandes enigmas del ser humano y su relación con el mundo. Partiendo de un reencuentro familiar y en el transcurso de un anodino día de verano hasta la caída de la noche, O’Neill nos termina enfrentando a grandes retos de nuestra existencia».
Crónica
El espectador se encontrará ante una función de más de dos horas de duración, versionada por Borja Ortiz de Gondra, quien se ha tenido que enfrentar a las más de tres horas que dura la obra original. Sobre las tablas podrá ver la crónica de un día en la casa de James Tyrone, un célebre actor de teatro que se encuentra rodeado de su esposa y sus dos hijos. Un día de agosto de 1912 que comienza tranquilo pero que se convierte en un viaje al pasado para revelar las intimidades de sus cuatro miembros.
Un combate descarnado en el que cada uno de ellos es culpable y al mismo tiempo inocente, desdeñándose, queriéndose, apiadándose uno de otro, a veces no entendiéndose, perdonando, pero condenados a no poder olvidar.