Dirigida por Carlos Jiménez, esta obra de alta comedia de enredo entremezcla el culebrón al uso con personajes de Alicia en el país de las Maravillas, junto con los poemas eróticos que escribió Samaniego en el siglo XVIII, muchos de ellos influenciados por la obra de La Fontaine, y por los que fue perseguido en su día por la Inquisición.
Interpretada por Elisa Marinas, Esther Vega, Víctor Manuel Coso y Daniel Miguelañez, el argumento se desarrolla en tres niveles de concepto. Por un lado, una trama cómica según la cual una mujer llega a la mansión de la hipotética heredera de Samaniego, que comparte con su marido. La dueña de la casa deduce que dicha mujer es su hermana por parte de padre y viene a solicitar su parte de la herencia.
Un segundo nivel, insertado en la obra, es el que corresponde al personaje del conejo de la novela Alicia en el País de las Maravillas. Este personaje conduce al resto de los actores a través de un sueño. Un tercer nivel, también integrado en la dramaturgia, corresponde a algunas de las fábulas de Samaniego, con un marcado carácter erótico. La escena final, llena de sorpresas, aclara muchos de los comportamientos de los personajes a lo largo de la obra.