Esta muestra prueba las sólidas redes que vinculaban las artes, la ciencia y la cultura de la España de las primeras décadas del siglo XX con los países más avanzados del periodo.
Su punto de partida se sitúa en 1914, con la neutralidad española ante la Gran Guerra, y en su desarrollo desempeñó un papel determinante el proyecto modernizador diseñado por Francisco Giner de los Ríos y sus colaboradores de la Institución Libre de Enseñanza, cuyo principal instrumento fue la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE).
Un momento decisivo
La conmemoración de 1914 quiere incidir sobre un momento decisivo de la historia de España, de Europa y del mundo. Un momento que suele señalarse por la mayor parte de la historiografía universal como un cambio de paradigma, como la liquidación definitiva del Antiguo Régimen y la aparición de una sociedad nueva surgida de las convulsiones y los cambios de los que son exponentes la revolución rusa de octubre de 1917, o la revolución científica que en esos años suponen la teoría de la relatividad general y la cuántica.
Un mundo que se transforma y del que son testigos y agentes intelectuales creadores como J.M. Keynes, James Joyce, Walter Gropius, Virginia Woolf, Ludwig Wittgenstein, Mies van der Rohe, Ezra Pound o T.S. Eliot, ente otros, y en el que se alumbran numerosos descubrimientos e ideas nuevas, decisivas para las generaciones posteriores, pero también un mundo de pronto sacudido por la brutal recesión económica con la que se cerró la segunda década del siglo y por los totalitarismos fascista, nazi y soviético que inauguraron la siguiente, que desemboca en la Segunda Guerra Mundial, la posguerra y, en el caso de España, las largas décadas de franquismo y de exilio.
De Cajal al exilio
La muestra comienza con el Nobel a Ramón y Cajal (1906) como precedente y se remata en 1939 con las figuras principales ya en el exilio y su actividad en México, Estados Unidos, Puerto Rico y Argentina.
Articulada en tres apartados (antecedentes, 1906-1914; entreguerras, 1914-1939, y exilio), reúne una cuidada selección de obra plástica, con piezas de, entre otros, Fortuny, Sorolla, Zuloaga, Miró, Sofía Delaunay, los Sert, Picabia, Alberto Sánchez, Gargallo, Gris, Blanchard, Dalí, Maruja Mallo o algunos de los dibujos de Picasso para los ballets de Diaghilev.
Asimismo se exhibe un importante fondo documental que saca a la luz imágenes y documentos poco conocidos, como las cartas cruzadas entre Zuloaga, Rilke y Rodin; fotografías que demuestran la presencia en los foros españoles de Madame Curie y de otras figuras de especial relieve en la cultura y la ciencia de la época; dibujos de Ramón y Cajal o el trabajo de Miguel Catalán, becado por la JAE, con Alfred Fowler, lo que le llevaría al descubrimiento de los multipletes, un paso considerado muy importante para el desarrollo de la teoría cuántica y de la astrofísica.
Pertenencia a Europa
Como se apuntó en la presentación de la muestra, 1914 es el último año en el que coinciden Francisco Giner de los Ríos, Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset, máximos exponentes de la continuidad de la tradición liberal española. Una tradición íntimamente ligada a la universalidad, el cosmopolitismo y, muy especialmente, a la conciencia de pertenencia a Europa, precisamente cuando el viejo continente se precipitaba en una guerra devastadora que resultó ser el primer episodio de una época de violencia que se prolongaría hasta 1945.
Esta contradicción es vivida con intensidad por los intelectuales españoles desde el comienzo de las hostilidades. Durante la Gran Guerra, la neutralidad de España la convierte en refugio para intelectuales y artistas de todo el mundo, que continúan su quehacer en la península, aportando nuevos estímulos.
Acabada la contienda, las redes de contactos establecidas en los años previos se siguen extendiendo, contribuyendo al esplendor cultural del periodo de entreguerras. La sociedad se transforma vertiginosamente y se alumbran numerosos descubrimientos e ideas nuevas.
En la exposición se han seleccionado algunos ejemplos de españoles que viajaron fuera, de extranjeros que vinieron a España y de la tupida malla de relaciones que se fue estableciendo. Así como de las instituciones que impulsaron este proceso y de las redes cruzadas de colaboración entre nuestras instituciones culturales, educativas y científicas y sus correspondientes europeas y americanas, como la Fundación Rockefeller o la Hispanic Society.
Catálogo-monografía
Concebido como una monografía, el catálogo de la exposición se estructura en torno a dos bloques. El primero recoge cuatro estudios generales a cargo del editor científico del libro, José García-Velasco, de los integrantes del comité científico de la muestra, José-Calos Mainer y José Manuel Sánchez Ron, y del asesor artístico de la exposición, Juan Pérez de Ayala. Estos estudios ofrecen un panorama general de la proyección y la internacionalización de España entre 1910 y 1945 desde el punto de vista histórico y desde el análisis de las distintas áreas de la cultura: la literatura, la música, el pensamiento, las artes plásticas y la ciencia.
El segundo bloque reúne una veintena de textos breves, realizados por algunos de los principales especialistas, cada uno de ellos dedicado a profundizar en algún aspecto concreto relacionado con el discurso de la exposición: desde aproximaciones biográficas a protagonistas clave como María de Maeztu, Federico de Onís, Alfonso Reyes o Salvador de Madariaga, hasta reflexiones sobre la labor de iniciativas e instituciones como la Institución Cultural Española de Buenos Aires, el Instituto de las Españas de la Universidad de Columbia, la Hispanic Society of America de Nueva York, la Casa de España en México o la Spanish School de Middlebury College.
El volumen se ilustra con reproducciones de las obras plásticas expuestas, así como con un buen número de las fotografías y documentos seleccionados para esta muestra.