'Salvator Rosa o El artista', Francisco Nieva en el Teatro María Guerrero

Interpretada por Isabel Ayucar, Beatriz Bergamín, Alfonso Blanco, Javier Ferrer, Gabriel Garbisu, Carlos Lorenzo, Ángeles Martín, Juan Matute, Juan Meseguer, Nancho Novo, Sergio Reques, Sara Sánchez, José Luis Sendarrubias y Alfonso Vallejo, esta dramaturgia se sitúa en Nápoles en torno a 1640. En esa fecha, el virrey de España, duque de Arcos, aplica un impuesto sobre la fruta que desemboca en una revolución. Liderada por Masanielo, un pescadero cualquiera de la Plaza del Mercado, que acaba asesinado por la masa que le seguía. El pintor Salvator Rosa suplanta a Masanielo en su entrevista con el virrey, y tanto se identifica artísticamente con su modelo que también fracasa él. Pero le da un giro a su fracaso, que termina siendo un triunfo del artista, hábil imitador de la vida misma en sus obras.

El arte termina por ser el vencedor de la existencia, el gran fabulador, que crea sueños fantásticos y divertidos, amorales y, paradójicamente, ejemplares. La comedia es una declaración de principios, el derecho de los artistas para cambiar la vida y estimular el conocimiento, la imaginación y la fantasía de los hombres.

Concepciones artísticas

Preferible es pintar que matar, crear que destruir. Por esto, Salvator Rosa es una sátira del poder que aliena a la minoría política en funciones. El espectador hallará paralelismos interesantes con el presente y puede invitar a una profunda reflexión sobre lo pasajero y mortal del poder abusivo, y su fracaso.

En la obra se presenta un choque de dos concepciones artísticas que siempre han estado confrontándose a lo largo de la historia del arte. Por un lado, los seguidores del llamado realismo y, por otro, los de la ficción poética. Es decir, los que piensan en la reproducción como un elemento de objetividad frente a otros que piensan que sólo en la profunda subjetividad de nuestros delirios y fantasías está el verdadero arte.