Quevedo retrata en El Buscón, una de las novelas fundamentales de la picaresca española, las andanzas, gracias y, sobre todo, desgracias de un joven llamado Pablos que intenta subir desde su mísera escala social y alcanzar el rango de caballero. En ella, el lector se adentra en un mundo divertido, donde los infortunios del protagonista, narrados por él mismo, es lo que le mueve a la risa; encontrándose con un cúmulo de situaciones, personajes, incidentes, espacios…
Pero adaptar esta aventura dramatúrgica al teatro no ha sido una tarea fácil. La sociedad actual verá este clásico a través de su experiencia vital, es imposible que entre en la miserable realidad del siglo de oro. Pero siempre puede encontrar nexos de unión gracias a su puesta en escena, sus agudas críticas, sus planteamientos modernos y su feroz y demoledora conclusión.
Este montaje, que se estrenó en el Teatro Alhambra (Granada) y ha estado en las programaciones de los festivales más importantes, es una versión divertida interpretada por siete actores que representan 50 personajes: Pablo Gómez-Pando, Manuel Monteagudo, Manuel Rodríguez, Antonio Campos, Juan Motilla, Mª Paz Sayago y Rebeca Torres.
Desde su estreno ha recibido galardones como el Premios Escenarios 2012, Mejor Espectáculo y Mejor Actor (Pablo Gómez-Pando) y nominación a Mejor Actriz (Mª Paz Sayago), y premios a Mejor Dramaturgia y Mejor vestuario en los Premios del Teatro Andaluz-SGAE.