Influidos por su propio entorno y conscientes del momento histórico en el que se encuentran, el trabajo de estos cinco artistas es el reflejo de una nueva generación de fotógrafos con proyección internacional. Muchos de ellos se han convertido en sus propios gestores, editando y promocionando su trabajo con una gran libertad creativa, energía y voluntad.

La muestra, que se inaugura el 26 de mayo, a las 12.00 h, con una mesa redonda con Joan Fontcuberta y Elena Ochoa, reúne una selección de obras que tienen como hilo conductor la curiosidad e inquietud constante. Under 35 se completa con una vitrina con fotografías de pequeño formato así como estudios y bocetos de distintas publicaciones de los artistas.

Óscar Monzón. Sin título. 2013. Ivorypress.

Óscar Monzón. Sin título. 2013. Ivorypress.

Con Karma, un proyecto desarrollado entre 2009 y 2013, Óscar Monzón establece un paralelismo entre el coche y el ser humano, estudiando la actitud y comportamiento de los ocupantes a través de sus vehículos. Es un trabajo que muestra la evolución social y estética motivada por el eterno deseo del hombre de alcanzar la perfección de una máquina.

En su trabajo The United Soya Republic, Jordi Ruiz Cirera documenta de manera transversal los cambios en el paisaje y en el tejido socio-económico que el modelo agroexportador está llevando a Paraguay, actualmente el cuarto país exportador de soja a nivel mundial, un negocio millonario que atraviesa fronteras.

Reconstrucción

El proyecto The epilogue, de Laia Abril, documenta las secuelas de la familia Robinson tras perder a su hija Cammy por culpa de la bulimia. Abril reconstruye su vida a través de imágenes vernaculares, objetos y documentos, así como su fotografía del duelo, y ofrece otro punto de vista de esta enfermedad, mostrando los distintos factores y conflictos a los que se enfrentó la joven y su efecto sobre las víctimas colaterales.

Javier Marquerie Thomas. Carlos e Inke. 2012. Ivorypress.

Javier Marquerie Thomas. Carlos e Inke. 2012. Ivorypress.

Javier Marquerie Thomas, por su parte, utiliza un enfoque más histórico en Los barros del monje, en el que regresa a 1937 para revisitar la Batalla de Brunete desde la finca de su familia, escenario de la misma. Las imágenes muestran un paisaje rebosante de munición y metralla, y componen un relato en el que Marquerie enfrenta a su familia, al paisaje, a la munición encontrada en él y a las estrellas que les unen con los soldados, creando una historia sobre la guerra sin haberla vivido.

Everything will be ok, de Alberto Lizaralde, es un proyecto de reflexión realizado a lo largo de cinco años tras un colapso emocional. La serie consta de una estructura narrativa en tres actos, a medio camino entre la ficción y la realidad.