En la serie A Promise, Tirado muestra imágenes de naturaleza en estado salvaje, donde el paisaje volcánico predomina, evocando así un momento previo a la aparición del hombre sobre la Tierra. El poder de sugestión de estas imágenes sirve de pretexto para una reflexión sobre el anhelo de naturaleza del individuo contemporáneo y sobre la instrumentalización que la publicidad hace de este deseo. El esquema ‘coche de lujo sobre un paisaje sublime’ se ha convertido en un modelo recurrente en la publicidad, donde la naturaleza es presentada como un espacio de deseo solo alcanzable por medio de la mercancía.
El doble juego al que son sometidas las imágenes del proyecto, mostradas, por un lado, con el aura de la obra de arte, y banalizadas, por el otro, como soporte de una campaña de publicidad con los eslóganes exhortativos propios de ella, plantea una reflexión sobre la naturaleza y sobre los valores que la hacen tan apetecible para la publicidad. Pero, sobre todo, lo que se cuestiona es la capacidad de nuestro sistema para colonizar nuestros espacios más íntimos y manipular nuestros deseos.