El trabajo de Reguera supone un doble ejercicio de hibridación que genera obras de diferentes disciplinas que han sido realizadas en distintos periodos, en los que el artista ha trabajado de manera simultánea la pintura expansiva, los paisajes abstractos, la instalación pictórica y la fotografía. Las piezas que reúne Paisaje azul expansivo crean a través de diversas acciones de comunicación una estructura visual similar, gracias al uso del color azul y sus variaciones.
«El color azul genera las sensaciones de vértigo y profundidad», asegura el artista, al igual que Kandinsky relacionó los conceptos ‘infinito’ y ‘profundidad’. Reguera utiliza una amplia gama de azules, «desde el Cian al azul Wegdgewwod, ya que todos ellos nos hacen huir hacia lo irreal, hacia lo abstracto». Se trata de un color que el artista considera intemporal, «me ayuda a ocupar el espacio intangible que rodea a la obra. A pintar el aura de la pintura. A expandir mis paisajes abstractos».
Profundidad visual
La exposición, que cuenta con el apoyo del Consulado de España en Hong Kong, tiene un singular diseño arquitectónico compuesto por dos salas semicirculares y está construida a través de cuadros-ventana, que tienen volumen, crecen y muestran al visitante paisajes tridimensionales que «invitan a penetrar en distintos paisajes abstractos que contienen imaginados fragmentos de naturaleza», explica el artista.
La muestra está impregnada por una sensación de profundidad visual y ofrece una vista tridimensional que transforma el medio de dos dimensiones en piezas escultóricas. Varios de los ‘objetos pintados’ se instalan en el suelo, a fin de formar una instalación de pinturas. Dentro de esta construcción de azul, cada cuadro es un aspecto integral de una obra mayor y más compleja.