Bergera rinde tributo a Ed Ruscha (Nebraska, 1937), que en 1963 comenzó una serie fotográfica sobre gasolineras situadas en la mítica Ruta 66 que publicaría un año después en forma de libro con el título Twenty Six Gasoline Stations. El artista español muestra en su proyecto también 26 gasolineras, como en el trabajo del artista estadounidense.
Pero existen grandes diferencias, a Bergera no lo mueve el afán documentalista, las fotografías pueden leerse como documentos y expresiones visuales del actual contexto de crisis y abandono: «Miro a las gasolineras como piezas de arquitectura, como tipologías ciertas con escala, tamaño, forma, estructura y una relación particular con su genérico y borroso contexto».
Sin embargo, su mirada directa y explícita trata de dar forma a una imagen de carácter arquitectónico, preocupada por la composición, la perspectiva y el balance estético. En conjunto huye del carácter espontáneo y directo que tenían las imágenes de Ruscha.
Las gasolineras de Iñaki Bergera se encuentran en estado de abandono, al igual que ocurrían con las que fotografiara Jeff Brouws en 1992. La mayoría de ellas dejaron de utilizarse en los años 90, cuando se les impusieron nuevas y costosas exigencias de seguridad y la construcción de nuevas autopistas y circunvalaciones contribuyó a su aislamiento. Con sus imágenes, el autor reflexiona sobre la caducidad del entorno cotidiano construido y la capacidad que la arquitectura tiene para transformar lugares comunes y genéricos.