Bajo el título genérico de Memorias imaginadas, Miura ha trabajado durante los últimos seis años en una serie de obras que abarcan diversos medios: pintura, dibujo, fotografía, collage, objeto e instalación.
La idea y el título aúnan estas obras sobre la memoria, pero la expresión y la presentación plástica de esta serie varía según el material utilizado o el espacio real del lugar escogido. Así, Miura ya llevó sus «recuerdos» al madrileño Palacio de Cristal en 2013. Dichas imágenes, según comenta el autor, son «muy entretenidas», y aparecen y desaparecen en su obra como una especie de monólogo.
El proceso por el que Miura crea estas obras sobre la memoria le obliga constantemente a repensar la causa y las circunstancias de las que parten, replanteándolas y ajustándolas del modo más fiel posible a la estética que el artista utiliza en el momento actual, un ejercicio que, comenta, le ayuda a «aclarar muchas cuestiones».
Miura ya ha paseado sus Memorias imaginadas por Palma de Mallorca, Madrid, Salamanca y San Sebastián. Hasta el 5 de julio, sus recuerdos estarán a disposición del público en la Galería Maior de Pollença.