El término traducción se utiliza aquí en su sentido más amplio, que incluye los esfuerzos por comunicarse en una lengua que no es la propia, sin tomar en consideración el dominio de la lengua, las nociones básicas de expresión o el fuerte acento. La lengua del futuro podría quizá derivarse de esta hibridación.

Lengua materna, lengua extranjera, lengua oficial o minoritaria, lengua en peligro de desaparición, lengua vehicular… No importa la categoría en la que se encuadren; los idiomas no son solo una forma de comunicación, sino que ofrecen un sentido de pertenencia, crean comunidad y tamizan nuestra manera de percibir el mundo.

Del mismo modo, la lengua se relaciona con el poder, y puede ser empleada tanto para incluir como para excluir a aquel que habla diferente. En un momento en el cual la emigración y el desarraigo son cada vez más habituales, la exposición plantea las siguientes preguntas: ¿qué significa vivir entre lenguas? ¿La globalización nos convierte a todos en “traductores”? ¿Cuál será el idioma del futuro?

Para Waldmeier, el título La voz del traductor apunta en dos direcciones: «Por una parte sintetiza la idea de dar visibilidad a la actividad –y la voz– de la traducción, y permite que ocupe un lugar primordial como fuente única de conocimiento de la naturaleza de las diferencias culturales y los diversos modos de expresión de la identidad a través del lenguaje. Por otra parte, la figura del traductor se convierte en metáfora crítica para las circunstancias lingüísticas y la era poscolonial: la creciente necesidad –la alegría y el sufrimiento– de aprender otros idiomas; el multilingüismo voluntario o involuntario de los inmigrantes, y el fenómeno de las culturas híbridas y los modos “acentuados” de hablar y experimentar el mundo. Aquí la traducción ya no designa una profesión o actividad; representa una condición humana, y cada vez más, somos nosotros quienes nos encontramos en el papel del traductor».

Itinerancia

  • FRAC Lorraine. Del 30 de enero al 3 de mayo de 2015.
  • Sogn og Fjordane Kunstmuseum–SFKM. Del 31 de octubre 2015 al 31 de enero 2016.

 

Artistas

Xu Bing, Sylvie Boisseau & Frank Westermeyer, Erik Bünger, Luis Camnitzer, Esra Ersen, Mladen Stilinović, Jakup Ferri, Rainer Ganahl, Dora García, Joseph Grigely, Nicoline van Harskamp, Susan Hiller, Christoph Keller, Zineb Sedira e Ingrid Wildi Merino.

Comisario

Martin Waldmeier (Basilea, Suiza, 1984) es comisario e investigador. Estudió Historia del Arte Contemporáneo y de Medios, y consiguió una beca Fullbright para continuar sus estudios críticos y visuales en el Arts Institute de Chicago. En la actualidad es doctorando en Culturas Visuales en Goldsmiths, en la Universidad de Londres, con la tesis El artista como traductor. Martin trabajó como ayudante de comisario y coordinador residente en el PROGR¬Centro para la Producción Curatorial y como comisario y director temporal en Stadtgalerie, ambos trabajos en Berna, Suiza. Recientemente también resultó ganador del Apexart’s Unsolicited Proposal Program en Nueva York con la exposición La muerte de un cámara. Vive y trabaja entre Londres y Varsovia.