Comisariada por Oliva María Rubio, la muestra recoge fotografías urbanas de Nueva York y Salvador de Bahía junto a sus representativos y simbólicos trabajos de estudio, imágenes plagadas de iconografía que se sitúan entre lo real y lo ficticio. En ella se pone de manifiesto que, aun cuando se dio a conocer como artista plástico, la fotografía formó parte de su itinerario creativo desde sus comienzos.
Mitos y ritos repasa la producción del fotógrafo junto a algunos de sus trabajos en vídeo. Su obra se apropia de elementos diversos para construir un lenguaje artístico que mezcla religión y erotismo, violencia y drama, naturaleza y cultura. Escenifica rituales y mitologías que sintetizan la confluencia cultural, étnica y racial del noreste brasileño; la mezcla de la tradición de la población indígena con el legado cultural portugués y africano.
Procedente de una familia de artistas, Mário Cravo Neto empezó a trabajar con la escultura y la fotografía tras una estancia en Berlín, experimentos que proseguiría en Nueva York. A su regreso a su ciudad natal continuó pintando y creando esculturas pero también retrató la urbe y su extrarradio. Tras un accidente de tráfico se concentró en la fotografía de estudio y desarrolló sus características escenificaciones protagonizadas por modelos de su entorno familiar, que a menudo portan objetos como piedras, dagas y máscaras, o posan con animales.