Organizada con motivo del creciente interés internacional por el dibujo español del Siglo de Oro que se viene desarrollando en los últimos años, la muestra se completa con una serie de documentos, textos de la época, grabados y dibujos de otros artistas contemporáneos a Carducho que ofrecen una amplia perspectiva sobre la figura del artista y permiten ponderar su destacada aportación artística, humana e intelectual.
Vicente Carducho: teoría y práctica del dibujo en el Siglo de Oro se ha realizado gracias a que la BNE conserva la más importante colección de dibujos del pintor por lo que se ha llevado a cabo una minuciosa catalogación e identificación de toda la colección de esta institución.
Comisariada por Isabel Clara García-Toraño, Álvaro Pascual Chenel y Ángel Rodríguez Rebollo, la muestra cuenta también con obras procedentes de diferentes instituciones españolas y extranjeras. «De Galería Ufizzi de Florencia se exponen 12 dibujos, del Museo del Prado 14, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando cinco, pero también tenemos dibujos procedentes de instituciones museísticas y de coleccionistas privados», explica García-Toraño.
Contexto social y artístico
El recorrido expositivo se divide en seis apartados a través de los cuales no sólo se analizan sus dibujos, sino que se presenta a un Vicente Carducho (Florencia, 1576 – Madrid, 1638) en el contexto social y artístico en el que vivió y, más importante aún, se profundiza en el proceso intelectual y de trabajo del artista, un aspecto nunca tratado hasta la fecha.
La muestra propone un recorrido por su dilatada carrera que comienza en El Escorial, donde llega acompañando a Federico Zuccaro y a su hermano Bartolomé. Para Felipe III desarrolla importantes trabajos en Valladolid y en El Pardo y es nombrado pintor del rey. Desde entonces será una constante en su vida la abundancia de trabajo tanto para la corona, al servicio de Felipe IV, como para diferentes instituciones religiosas.
De su etapa final sobresalen el ciclo pictórico para la cartuja de El Paular (1626-1632) y su aportación como tratadista en sus Diálogos de la Pintura (1633). El panorama se completa con una visión del trabajo en su obrador y su influencia a través de sus discípulos. «La última parte de la exposición habla de la parte teórica, porque Carducho era un teórico, y eso se ve muy bien reflejado aquí”, afirma Rodríguez Rebollo.