Las piezas están inspiradas en la fuente-reloj del palacio de verano de Yuaming Yuan, un complejo de estilo versallesco construido en el siglo XVIII por la corte china y cuyos jardines y edificios fueron arrasados en 1860 durante la Segunda Guerra del Opio.
Conocido sobre todo por su carácter reivindicativo y oposición al régimen chino, Ai Weiwei recurre, como temas fundamentales, al inconformismo, la disidencia, la condición mediática y la búsqueda de la contemplación de la tradición en un nuevo contexto. Vive y trabaja en su estudio de Pekín, ciudad de la que su gobierno no le permitió salir hasta el pasado 22 de julio, al encontrarse bajo arresto domiciliario.
“Una sociedad sin libertad para hablar es un oscuro pozo sin fondo. Y cuando está tan oscuro, todo lo demás empieza a brillar”, dice una de las citas más repetidas por Ai Weiwei. Esta frase define el carácter crítico de un artista que usa su obra para denunciar la represión y la censura, motivo por el cual llegó a ser apresado en abril de 2011 durante 81 días.
Para Fernando Francés, director de CAC Málaga, “Weiwei sabe qué es lo que quiere expresar con su arte y esto lo hace con extrema precisión. La búsqueda constante de la provocación en su trabajo tiene como claro objetivo remover conciencias, sus obras no son solo el resultado de un proceso creativo: su trabajo es el resultado de las experiencias vividas por él y por sus compatriotas. Un artista visual cuyo arte provoca, desafía, choca… Un hombre que usa el arte como un arma de protesta, un arma cargada con veraces balas”.
El espíritu reivindicativo de Ai Weiwei se forja en el artista desde su juventud. Su padre, Ai Qing, un prestigioso poeta, además de recibir la prohibición de publicar sus obras, fue desterrado a una granja de Manchuria en 1958, impidiendo a su familia el acceso a libros y a lectura. A su vuelta a Pekín en 1975, Ai Weiwei se sumergió en la vida cultural y activista de la ciudad. Poco después viajó a Estados Unidos para estudiar el Pop Art, el Arte Conceptual y el Minimalismo que, junto a artistas como Marcel Duchamp o Andy Warhol, se convirtieron en las corrientes y personajes más influyentes en su obra.
Uno de los factores clave en el aumento de la dimensión internacional de Ai Weiwei y su obra fue la incorporación de Internet, medio que descubrió en 2005 y que convirtió en su altavoz, entre sus canales de difusión. “Internet es lo que más me ha afectado y me ha encendido”, ha reconocido en alguna ocasión el artista.