A pesar de que el cómic en el mundo musulmán es un fenómeno minoritario, es un reflejo fiel de una sociedad joven en ebullición. Estos jóvenes han encontrado la herramienta perfecta para expresar la frescura e imaginación que desbordan creando estilos propios, construyendo relatos técnicamente impecables y narrativamente novedosos que sorprenden tanto a su entorno más próximo como a aquellos que más allá de sus fronteras tienen acceso a su arte.
Se trata de generaciones que han crecido al amparo de las revistas de tebeos de finales del siglo XIX y que están conectadas a las producciones internacionales a través de internet. Aunque los dos epicentros de la actividad del cómic árabe actual son Beirut y El Cairo se pude hablar de un movimiento que abarca todo el mundo musulmán desde el Magreb al Golfo.
«La creación de la revista Semandal (2008) por un grupo de jóvenes libaneses fue el pistoletazo de salida para otros proyectos independientes como la egipcia Tok-tok, la tunecina Lab619 o la marroquí Skef-kef«, afirma el comisario. Estas han servido de escaparate y aliciente para artistas que antes trabajaban sólo para publicaciones infantiles o en otros campos como la caricatura o la ilustración, y que entienden el cómic como medio para contar historias, para crear debate en su entorno.
Presencia femenina
La muestra incluye distintos estilos, formatos y soportes que sumergen en el imaginario de autores de diversa procedencia e influencias. La variedad artística abarca dibujos cercanos al manga japonés, a los superhéroes estadounidenses, a la ilustración, a la novela gráfica europea, así como estilos propios.
La temática también es de lo más diversa y va desde la representación de cuentos clásicos a historias personales, fantásticas, humorísticas, reivindicativas… un universo muy rico y colorido opuesto a la imagen oscura y violenta que muchas veces se ofrece en occidente del mundo musulmán.
La capacidad de transformación y de vanguardia del cómic respecto a su sociedad se refleja no sólo en los temas que tratan, sino en la fuerte presencia de la mujer entre autores, una presencia que no existe en el panorama del cómic internacional mayoritariamente masculino. «Autoras como la libanesa Lena Merhej, la tunecina Noha Habaieb, la egipcia Hannan al Karargy o la siria Sawsan Nourallah no sólo publican con regularidad sino que son parte determinante de los consejos de redacción de las nuevas publicaciones y de los actuales proyectos», explica Pedro Rojo.