El Anillo es un centro de tecnificación deportiva (Centro Internacional de Deportes de Innovación en el Medio Ambiente) situado en una península dentro del embalse de Gabriel y Galán, en El Guijo de Granadilla, Cáceres. El edificio es una pieza prefabricada que se inserta en un entorno natural. La muestra enfatiza ese contraste entre artificio y naturaleza, y recoge el proceso constructivo y la sistematización de la obra del edificio, desde el concurso y proyecto hasta la ejecución y el posterior uso.

Su integración en el entorno se lleva a cabo fundamentalmente a través de dos estrategias: escala y materialización del proyecto. Es un edificio circular de 630 metros que desde tierra se percibe siempre de un modo parcial, la única forma posible de apreciar la totalidad es desde una vista aérea. Esta escala desmesurada diluye el proyecto en el entorno.

Escamas reflejadas

El edificio se convierte en un artefacto ajeno al lugar, que se materializa mediante un sistema de construcción en seco con piezas ensambladas, como un gran mecano. Se integra en el paisaje por contraste con el mismo. Toda su construcción está basada en técnicas y sistemas constructivos locales, elementos prefabricados y perfiles estandarizados de acero, que enlazan con la tradición constructiva propia de las explotaciones agrícolas y la pequeña industria local.

Se levanta del suelo sin modificar la topografía, de este modo, el impacto en el lugar es casi nulo. Se reducen los puntos de contacto al mínimo estableciendo un único nivel elevado sobre el terreno. Así, se subraya su carácter ajeno al entorno estableciendo una variada y compleja relación espacial con la topografía. La fachada se resuelve mediante unas “escamas” de acero, que le otorgan un carácter mimético y permitiendo que la imagen del edificio varíe a lo largo del día con el reflejo de distintos brillos y tonalidades.