Popularmente conocida por ser escenario de la conocida leyenda de las tres princesas, Zayda, Zorayda y Zorahayda, recogida por Washington Irving en dos relatos de sus Cuentos de la Alhambra, la Torre de las Infantas también es denominada como Qalahurra nueva de Muhammad VII (1392-1408) y es el último edificio de importancia que se construyó en la ciudad palatina, entre 1393-94.
La Torre de las Infantas presenta una estructura arquitectónica semejante a la de su vecina, la Cautiva, y ambas pueden considerarse como torres-palacio. El nuevo espacio del mes en la Alhambra es uno de los casos más significativos del sorprendente contraste entre la sobriedad exterior y la riqueza arquitectónica y decorativa interior.
Partiendo del volumen exterior sencillo de esta torre, con un paramento liso interrumpido únicamente por los vanos de las ventanas, se crea en su interior una gran complejidad volumétrica a través de la distribución de espacios y de la riqueza decorativa por medio de azulejos, yeserías y cubiertas.
En el interior de la Torre de las Infantas se concentra una decoración que reviste una complejidad arquitectónica. Es un ejemplo de la gran habilidad de la arquitectura nazarí para conseguir el máximo aprovechamiento de un espacio en su interior. El techo se cubría originalmente con una bóveda de mocárabes, perdida y sustituida en el siglo pasado por la actual armadura de madera.