Para este artista estadounidense, uno de los fundadores del arte minimal y pionero del arte conceptual, una idea sencilla en una forma compleja hace que la percepción visual del espectador varíe. Esto puede apreciarse en algunas de las piezas que formarán parte de la exposición, como las esculturas Open Geometric Structure e Irregular Tower. La retícula perfecta que forman en progresión unos cubos de 13,5 cm de lado presenta ante el visitante el orden, pero si nos movemos alrededor de las obras, este orden se vuelve caos, y la retícula clara y limpia se desordena.
La mente y el ojo del espectador interactúan en el espacio de tal forma que al cambiar de punto de vista se transita del orden al caos y viceversa. “Una obra de arte puede entenderse como el conducto que une la mente del artista con la del espectador”, escribía Sol LeWitt, “pero bien puede nunca llegar a la mente de éste o dejar siquiera la del artista”.
En este sentido, el artista no tenía interés en la narrativa o en la pintura descriptiva y su estética fue radicalmente distinta a la del expresionismo abstracto que imperaba en Nueva York en los años 50 y 60. Sus escritos y pensamientos, como los recogidos en su obra Sentences on Conceptual Art (1969), constituyen aún hoy un desafío a la hora de entender el arte, el concepto y la idea.
Esta muestra coincide con la exposición que puede verse hasta el 10 de enero de 2016 en la sede de la Fundación Botín en Santander y que constituye la primera gran retrospectiva del artista en España.
Padre del minimal
Sol LeWitt se formó en Bellas Artes en la Univerdad de Siracusa y trabajó primero como diseñador en el estudio de arquitectura de I.M. Pei en Nueva York. En 1960 comenzó a trabajar en la librería del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde tuvo a compañeros como Dan Flavin o Robert Mangold y entró en contacto con todo un grupo de jóvenes artistas que estaban buscando nuevas orientaciones para el arte. Participó en exposiciones colectivas clave en la época como Primary Structures en el Jewish Museum y 10 en Dwan Gallery, ambas celebradas en Nueva York en 1966, así como en la Documenta IV en 1968.
Su obra ha sido objeto de exposiciones en museos y centros de arte de todo el mundo. Una de sus mayores retrospectivas se celebró en el Museo de Arte de San Francisco en el año 2000 y después viajó al Museo de Arte Contemporáneo de Chicago y al Whitney Museum of American Art de Nueva York. Está representado en las principales colecciones de museos de arte contemporáneo, entre las que se encuentran la Tate Modern de Londres, el Stedelijk van Abbemuseum de Ámsterdam, el Museé National d’Art Moderne, Centre Georges Pompidou de París, la Australian National Gallery de Canberra, el Museo Guggenheim de Nueva York o el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden.