Todas ellas proceden del fondo de estampas reunido por el coleccionista valenciano Mariano Moret, salvo una de Van Leyden conservada en la colección de obra sobre papel del Museo. De las 69 estampas, 25 son originales de Lucas van Leyden mientras que el resto se corresponde con artistas que copiaron estampas del maestro o crearon obra original, entre otros Nicolaes de Bruyn, Jan Muller, Jan Saenredam, Pierre Firens o Hendrick Goltzius.
Lucas van Leyden nació en Leiden (Países Bajos) en 1489 o 1494 –hay disparidad según las fuentes– y falleció en 1533. Fue un artista precoz, ya que tempranamente realizó su primera pintura para iniciarse poco después en el arte del grabado. Pese a su corta vida, su producción artística es muy amplia, pero es en su faceta como grabador en donde más destaca, pues se conocen cerca de doscientas estampas de tema religioso y alegórico salidas de su mano.
Al parecer aprendió el lenguaje y la técnica produciendo primero pequeñas obras en las que se aprecia cierta torpeza en el manejo técnico, en las descripciones anatómicas y en el uso del espacio. A pesar de ello, esas primeras estampas tienen una fuerza expresiva y una espontaneidad que se irá matizando a lo largo de su trayectoria según va adquiriendo mayor destreza técnica.
Amor por el detalle
En las estampas que se han seleccionado para esta exposición se pueden descubrir la elegancia de la línea de Van Leyden, la prodigiosa finura de su trabajo con el buril, su amor por el detalle y su virtuosismo en la plasmación de las calidades y texturas de objetos y tejidos, características comunes a los artistas de las escuelas del norte. Propias de su estilo son la originalidad y la complejidad de las composiciones, la sutileza de los tonos plateados, casi transparentes, la delicadeza de sus elegantes figuras y la riqueza en la descripción de las vestimentas de los personajes y de otros muchos detalles.
En la obra grabada de Lucas van Leyden coinciden el misterio y la elegancia del último gótico con las novedades del Renacimiento. Admirador de Durero, compartió con él el entusiasmo por la fuerza expresiva del grabado e incorporó en su obra su influencia de forma dosificada. También el naturalismo y la minuciosidad de la escuela flamenca, con la introducción de la perspectiva y el paisaje, propios del nuevo estilo italiano. Y, por último, la tradición nórdica de las escenas de género protagonizadas por tipos populares con la adopción de las figuras en posición de contrapposto, propia de héroes y dioses, y heredera de la escultura de la Antigüedad clásica.
Estas cualidades del trabajo de Lucas van Leyden son las que maravillaron a otros artistas contemporáneos y posteriores, que quisieron hacerlas suyas y, de este modo, rendirle homenaje intentando emularlas o copiarlas en sus grabados. Es el caso de Jan Muller y de Hendrick Goltzius y su discípulo Jan Saenredam, y así se puede constatar en las estampas que se exponen de estos artistas.
En los tres años precedentes, el museo bilbaíno acogió las exposiciones Giovanni Battista Piranesi (2012), Cerdeña indescifrable (2013) y Mimmo Paladino (2014), que mostraron respectivamente la personalidad artística de uno de los mayores maestros de la historia del grabado, una amplia selección de trabajos gráficos de 10 grabadores de la isla italiana y una extensa muestra de la obra gráfica de uno de los artistas italianos en activo más relevantes de la escena contemporánea internacional.
Sobre la Colección Mariano Moret
Está centrada principalmente en el grabado sobre metal del siglo XVI. Una colección privada con vocación pública cuyo principal propósito es la difusión del arte del grabado, haciendo accesibles unas obras que, debido a su rareza y a sus estrictas necesidades de conservación, rara vez se exhiben en público.
Estas obras en papel muestran la influencia ejercida por dos de los maestros más importantes de la historia de esta disciplina artística, Alberto Durero y Lucas van Leyden, en el grabado centroeuropeo coetáneo y posterior. Todas las estampas proceden de grabados en hueco sobre metal, en su mayoría abiertos a buril sobre cobre –aunque también se pueden encontrar algunos de los primeros aguafuertes de la historia del arte–, y, salvo contadas excepciones, fueron realizadas por artistas pertenecientes al ámbito alemán o flamenco-holandés.
Grabados de temáticas variadas cuyo recorrido e interpretación otorgan interés y atractivo a la colección y crean pequeños hilos conductores entre las distintas obras que la componen. La violencia, la espiritualidad, el mito, lo popular, el amor, la pasión… curiosidades iconográficas y mensajes velados a través de las historias de los dioses y de los hombres.