Herederos, en cierto modo, del realismo humanista de los fotógrafos de la generación anterior, los seis autores que integran esta exposición colectiva -Anna Turbau, Cristina García Rodero, Cristóbal Hara, Fernando Herráez, Koldo Chamorro y Ramón Zabalza- se diferencian de aquellos en su enfoque, alejado de los tópicos neorrealistas y marcado por la franqueza; en su forma directa de observar y representar la realidad, recurriendo en ocasiones a encuadres que crean imágenes cercanas al realismo mágico de gran fuerza expresiva; en su conciencia de que el lenguaje fotográfico cuenta con características y recursos propios; y por la percepción clara de hallarse tanto ante formas de vida y tradiciones al borde de la desaparición o la transformación, como ante realidades que evidenciaban la distancia entre la sociedad urbana y la rural.
La realidad que fotografiaron estaba lejos de adecuarse a la iconografía oficial que durante los años del franquismo se había difundido a través de publicaciones ilustradas y guías turísticas, que hacían hincapié en los aspectos más pintorescos, ofreciendo una visión idealizada. Sus trabajos respondían a intereses personales, no dependían de encargos y al tratarse de proyectos a largo plazo les permitieron sumergirse en las realidades que fotografiaban, en estrecho contacto con sus protagonistas y entornos.
Las distintas procedencias y modos de entender y acercarse a la fotografía de cada uno de ellos singularizan su obra, mientras que la territorialidad y la temporalidad son los ejes comunes que estructuran sus distintos trabajos.
Esta muestra ha sido coproducida por La Fábrica y la Fundación Foto Colectania con la colaboración de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura.