C215, apodo que viene del número de celda en la que una vez estuvo encerrado, se vale de objetos que demuestran la constante huella que este artista intenta dejar en la que es su mayor fuente de inspiración: la ciudad. Una ciudad a la que desea embellecer, y por eso sólo pinta sobre superficies degradadas, sin vida, adaptando el tema de su obra al entorno, contextualizándola, y sin tener la necesidad, por ello, de cubrir su rostro por miedo a ser multado.
El artista, que ha sido descrito como «la respuesta francesa a Banksy», retrata sobre todo a personas olvidadas por la sociedad y que, según él, necesitan de nuestro reconocimiento diario. Sus modelos son mendigos, personas sin hogar, niños de la calle, ancianos y refugiados, pero también ha creado ilustraciones de protesta política.
«Motivado, prolífico y ambicioso, se tira a crear obras intensas, complejas, experimentando con nuevos sujetos y nuevas escalas sin temor… y tal vez su secreto provenga de su admiración por Caravaggio quien siempre cargó consigo, grabadas en su daga, las palabras “Nec spe nec metu” (ni esperanza, ni miedo)», dice sobre él Jorge Rodríguez-Gerada.
Libertad y dignidad
Para C215, las partes más importantes de la obra y del stencil son los sentimientos interiores, la expresión de los ojos y la historia que hay detrás. Como él mismo asegura, “al final, detrás de los retratos la cuestión es siempre la libertad y la dignidad en el rostro de la vida cotidiana en un sistema capitalista”. Además explica que el arte urbano es simplemente el intercambio de obras de arte con otros en contra de la gentrificación y la estandarización.
Durante los años, su estilo se ha desarrollado desde una composición sencilla de retratos en blanco y negro a una combinación multicolor a base también de plantillas y pintura a mano alzada o, incluso, la realización de instalaciones. «Los stencils suelen aplanar las imágenes y hacerlas estáticas, pero C215 ha desarrollado un estilo de ilustración y estarcido que produce una iluminación impresionista del personaje retratado. Su obra trasciende lo formal y parece alcanzar la esencia de la compasión y la fe en el alma humana. Encontrar piezas de C215 por la calle es algo que siempre me hace feliz», asegura Shepard Fairey.
C215 es un artista prolífico que, además de su trabajo en la calle, también produce obras de arte para galerías y ha colaborado con el videojuego Far Cry 4. Su arte se puede ver en diferentes ciudades del mundo, como Barcelona, Ámsterdam, Londres, Roma, París, Nueva Delhi, São Paulo, Atenas, Estambul, Milán, Viena o Jerusalén.