El visitante verá en las paredes un ejemplo de las distintas variaciones de sus gofrados, en los que se combina las formas y los colores puros, lo que le permite trabajar también las sombras. Otras obras, todas ellas en papel, muestran sus juegos geométricos y de color, descubriendo la evolución de Caruncho y su relación con otros creadores como Camilo José Cela.
Las líneas y curvas de su obra transportan al espectador a otro espacio, como si cada plano superpuesto marcase tanto el horizonte como el camino para llegar hasta él. A pesar de que las formas geométricas y las líneas puras, sin cortapisas, tienen fama de resultar pesadas, densas y duras, el artista logra que reflejen todo lo contrario; consigue esa paz y sosiego que produce la sensación de que todo está justo en el lugar que debe.
Esta sensación es fruto de más de 60 años de investigación, de experimentación, de búsqueda de la esencia, de lo básico y profundo del mundo que le rodea. Su manejo de las luces y sombras ha marcado su trayectoria hasta ser considerado uno de los mayores representantes del constructivismo español.
Las 10 piezas expuestas muestran el proceso vital de Caruncho. Cada una de ellas ha sido un paso más para conseguir dar forma a las emociones a través de los colores y las formas geométricas. Y ahí reside una pequeña gran parte de su fuerza, lo que lo hará eterno: conseguir que sus obras cobren vida y que trasciendan más allá del papel.