En Bauen, el artista elabora primero modelos a escala de los espacios (que ya no existen o han sido transformados), despojándolos de todos los objetos que cubrían o decoraban su interior para, posteriormente, reconstruirlos, fotografiando el espacio desnudo. Con ello propone un diálogo entre el espacio real y nuestra percepción del mismo, entre el objeto y su representación o entre el espacio tridimensional (la arquitectura) y su representación bidimensional (la fotografía).
La muestra incluye nueve fotografías y dos maquetas, con recreaciones de viviendas de, entre otros, Heidegger, Le Corbusier, Tristan Tzara, Mies van der Rohe, etc. Las diferentes casas son el refugio del pensador (Bauen 1), la casa para un nuevo hombre (Bauen 2+3), el hogar del trabajador (Bauen 4), el estudio del artista construido en torno a sus objetos (Bauen 5), el retiro campestre desde donde organiza su vida y la de los demás el dictador (Bauen 6+7) y la casa para un matrimonio sin hijos (Bauen 8+9).
Momentos intermedios
El espacio doméstico, el refugio, el centro del mundo se constituye en una caja de resonancia, en el lugar donde transcurre la vida, se produce la muerte, donde dar sentido a nuestra existencia enlazando con el pasado y el futuro como un puente que establece relaciones de orden material y espiritual y donde el júbilo y el dolor se viven cotidianamente. Nuestra vida está organizada en torno a hitos, a hechos esenciales, sublimes e inolvidables que marcan nuestro tiempo y el de los demás. El resto, la mayor parte de nuestra vida, son momentos intermedios, anodinos, difusos en nuestra memoria, generalmente olvidados, a veces triviales e indiferentes.
El proyecto pone en evidencia estos momentos intermedios (situados entre dos acontecimientos), de transición y en equilibrio inestable, en los que en cualquier momento puede pasar algo que los transforme y los haga inmortales. Son momentos invisibles, ciegos ante el futuro, de angustia, de miedo y de tensa espera ante lo inesperado pero también de promesa y esperanza en recuperar aquello que el tiempo ha relegado al olvido.