Dirigida por Alfonso Zurro, que se pone al frente de nueve actores encabezados por Pablo Gómez-Pando, la obra de Shakespeare indaga en la complejidad del ser humano. «Ser o no ser. Existir o no existir. Siempre la misma cantinela. Y la duda, la imposibilidad de tomar una decisión. El miedo a caer en el vacío de la nada o en el tumulto de la eternidad. Pero si uno no actúa, otros lo harán…», reflexiona Zurro.
La riqueza de la obra se encuentra en los múltiples sentidos que ofrece para el público actual. En Hamlet hay ambición del poder por encima de todo, un poder manipulador, corruptor, vengativo, asesino… Se trata, según el director, de «una ambición que mueve a los personajes y los aboca a la confrontación y a la destrucción. Algo huele a podrido cuando alguien se lanza a conseguir el poder a toda costa».
El Hamlet de Zurro es atemporal y muestra el alma humana. Sus interrogantes llegan hasta hoy como un microcosmos «para mostrarnos el cosmos de la humanidad», las relaciones, las conciencias, los miedos, las aspiraciones… Junto a Pablo Gómez-Pando actúan Juan Motilla, Amparo Marín, Rebeca Torres, Antonio Campos, Manuel Monteagudo, Manuel Rodríguez, José Luis Bustillo y José Luis Verguizas.