La muestra, que se presenta bajo el lema del fundador de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos: «Haciendo se aprende a hacer», hace un recorrido por su actividad en torno al aprendizaje, práctica y enseñanza de dibujo, diseño asistido por ordenador, grabado y pintura. El contenido de la exposición es en su mayor parte de carácter didáctico y resultado de los años de docencia de Noain en la Enseñanza Media.
La muestra contiene varios apartados: Inicios/Formación, Enseñanza, Interiorismo/Perspectiva, Estudios/Investigación, Diseño gráfico y Procedimientos/Técnicas. A través de ellos se aprecian las diferentes etapas en la vida y obra del artista. Su interés por el dibujo pudo iniciarse por la natural inclinación infantil y la circunstancia de tener un tío artista, Luis Noain. En el Irún de los años 60 la presencia en la calle o en el entorno rural de Gaspar Montes y José Gracenea pintando, así como las Ferias del Cuadro, en las que junto a sus obras se veían también las de Bienabe Artía, Menchu Gal, Enrique Albizu, Jesús Montes y un buen número de aficionados, contribuyeron de forma decisiva a forjar su firme inclinación por la pintura.
Admiración por Antonio López
Estimulado, además, por publicaciones como los semanarios Novedades y París Match, los anuarios de Gráficas Valverde, la colección de Skira, por los certámenes de pintura Infantil, Juvenil y de Navidad celebrados en San Sebastián y, sobre todo, por las amenas sesiones de aprendizaje con Gaspar Montes, insistió y logró que sus padres le ofrecieran la posibilidad de estudiar en Madrid.
Allí, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en el Círculo de Bellas Artes, en museos y galerías trató de completar su preparación en las disciplinas de dibujo, pintura y grabado. Alternando con esta formación académica pudo iniciarse en el mundo del interiorismo como becario y como profesor de dibujo de estudiantes de decoración.
De todos los profesores, compañeros de estudios y trabajo, así como de los artistas cuyas exposiciones tuvo ocasión de visitar en esta etapa, cabe destacar la especial identificación con su maestro Antonio López García, a quien un día del curso de Preparatorio acompañó a su estudio donde, mientras se aplicaba pintando uno de sus cuadros, pudo admirar obras que más tarde vio en publicaciones y exposiciones. Muestras que aumentaron, si cabe, su aprecio y admiración por la obra y la trayectoria de este pintor.