Se trata de un proyecto reactivo con el propio contexto de la región (especialmente en el año del V Centenario de Santa Teresa de Jesús), con las historias, identidades, tradiciones y el entorno social y cultural de Castilla y León. Por otra parte es un proyecto que se enfrenta a todo aquello que se escapa a la razón y que no podemos explicar desde la ciencia.
El proyecto indaga, además, en aspectos relacionados con el sincretismo, la religiosidad popular, la dependencia y marginación o la representación de algunos imaginarios religiosos construidos como subordinados con respecto a la oficialidad o al canon ilustrado y moderno.
La religión enfocada desde diferentes prismas es el centro de la muestra, que retrata lo que no somos capaces de explicar (la obra de Joachim Koester o Gabriel Díaz son buenos ejemplos de ello), el misticismo (Val del Omar), las estampas populares (Pablo García), la religiosidad “primitiva” (Apichatpong Weerasethakul), las facetas más exacerbadas de la religiosidad popular (los fenómenos sincretistas y espiritistas presentes en la obra de Cristina García Rodero), la adicción al bienestar y la esperanza (Mira Bernabéu), las dimensiones no conocidas de nuestro ser (Marina Núñez), la aleatoriedad y lo que escapa a nuestros sentidos (Robert Breer o Michiel Ceulers), todo ello relacionado con la construcción de la imagen y el horizonte social y político en el que dichos fenómenos emergen (muy patente en las obras de Julia Montilla y Tamar Guimarães, por ejemplo).
La muestra investiga las diferentes maneras en que las imágenes han sido producidas y empleadas para organizar el conocimiento de aquello que la razón y la ciencia no pueden explicar y a través de las que se da forma a la experiencia de percepciones y sensaciones que escapan a la racionalidad. Las configuraciones visuales presentes en esta exposición revelan algunos intentos de visualizar cierto tipo de conocimiento a través de manifestaciones de lo sobrenatural y descripciones y acercamientos a aquello invisible, inaudible o imperceptible que, aunque no podemos aprehender, está ahí.