Cleopatra y la fascinación de Egipto reúne más de 400 piezas arqueológicas procedentes de 80 museos y colecciones españolas e internacionales. Las obras cobran vida a través de una instalación que muestra una imagen de Egipto y el Nilo como gran cuna civilizadora, de Alejandría como encrucijada del mestizaje cultural; y de Roma como receptora de la influencia egipcia en aspectos que abarcaron desde la recaudación de impuestos a la introducción del culto a Isis.
Sobre todo ello planea Cleopatra VII, que se analiza como la mujer, la soberana, la madre, la amante, la estadista. La última reina de Egipto ha alcanzado la categoría de mito, con su leyenda avivada a lo largo de los siglos por los argumentos de cronistas y literatos, la imaginación de los pintores o el poder evocador del teatro y el cine. Pero es precisamente esa leyenda que tanto contribuye a universalizar el personaje la que también lo ha distorsionado.
El discurso expositivo se ha pensado como un cuento ilustrado que se inicia en la explanada exterior del recinto donde se ha instalado una reproducción a gran tamaño de un gato, el animal más sagrado en la cultura egipcia y por el que se sabe que Cleopatra tenía especial fascinación. Cuenta la leyenda que el que la acompañaba constantemente se llamaba Charmaine y le servía de inspiración para la pintura de sus ojos, imitando sus líneas sinuosas y oscuras, y buscando emular esa mirada felina y seductora.
Ya en el interior, la arqueología y las artes conducen al visitante por los distintos capítulos de la historia. Aspectos como la transparencia, la escala y el color crean referencias visuales que ayudan al público a construir un mapa mental de la totalidad de la sala y de la historia que en ella se cuenta. La exposición está dividida en siete ámbitos más un espacio introductorio que están identificados por diferentes luces y colores.
Paseo por la historia
Reciben al visitante un retrato helenístico de Cleopatra VII que proviene de los Museos Vaticanos y un audiovisual dedicado a su vida. El primer ámbito, Egipto, tierra del Nilo, sitúa a los visitantes geográficamente. La puerta de un templo egipcio marca el inicio de una aventura de 3.000 años de esplendor y decadencia, con las riberas del Nilo como escenario. Los Ptolomeos, reyes de Egipto se encuentra enmarcado por la representación del mítico faro de Alejandría, que invita a adentrarse en el segundo ámbito, centrado en esta dinastía que gobernó Egipto durante el periodo helenístico, es decir, desde la muerte de Alejandro Magno hasta que en el año 30 a.C. Egipto se convirtió en provincia de Roma.
El tercer espacio, La última reina de Egipto, permite recorrer los momentos más álgidos de la vida de Cleopatra Filopátor Nea Theá o Cleopatra VII (hacia 69-30 a.C.) y su relación con los actores principales de su historia. En cuarto lugar, Egipto en Roma se adentra en la nueva provincia romana. Cleopatra, inspiración de artistas hace un repaso por los literatos, pintores, escultores, dramaturgos y cineastas se han sentido atraídos por la extraordinaria personalidad de la última reina de Egipto, desde el Renacimiento hasta la actualidad.
Un universo de luces, rótulos y colores conforman el sexto ámbito, Cleopatra y las artes escénicas, que gira en torno a una gran plataforma que acoge el vestuario de la película de Joseph L. Mankiewicz de 1963, protagonizada por Elizabeth Taylor.
Finalmente, a modo de epílogo, el tramo final de la exposición permite al visitante recapitular la aventura que ha supuesto su “viaje” y la influencia que el Antiguo Egipcio ha tenido y tiene en nuestro país con La fascinación de Egipto en España.