Algunos dicen que no puede haber arte sin agonía. Beth Hart ha estado tratando con los demonios que le han perseguido durante toda su vida: su hermana mayor murió de sida cuando Beth sólo tenía 20 años. Después vino su propia batalla con las drogas, el alcohol, las malas relaciones, decisiones equivocadas y, por último, el diagnóstico del común denominador de todo ello, su trastorno bipolar. Su nuevo álbum, Better Than Home‘, es una declaración de intenciones, como diciendo: «cualquier cosa es mejor que esos demonios, así que voy a seguir mi camino para crear algo mejor».
Más que una voz
La historia de Beth comienza cuando su amigo y manager, David Wolff, la vio actuar en las calles de Los Ángeles. En cuestión de semanas tenía un contrato discográfico con Atlantic. Tres de los productores de mayor éxito e icónicos en el negocio de la música, David Foster, Hugh Padgem y Mike Clink, se pusieron de acuerdo para trabajar conjuntamente en su álbum debut, Inmortal. ¿Qué es eso que ve todo el mundo en Beth y de lo que ella ni siquiera se da cuenta? Todos oyeron lo mismo: una voz que te inspira, te transforma y te lleva a lo más profundo del alma humana.
A partir de ahí fueron llegando los discos, hasta que su tercer álbum, Leave The Light On, se convirtiera en disco de platino y su single Learning To Live llegara al número 1 en Dinamarca. Fue el comienzo de una historia de amor de la artista con Europa que todavía se mantiene, y que se consolidó con el álbum en directo grabado en el Paradiso de Ámsterdam.
Pero no sólo consiguió captar al público europeo, el mismísimo Jeff Beck le invitó como cantante principal de su banda en una de sus giras por Estados Unidos. También colaboró grabando varias canciones junto a Slash y Buddy Guy.
Su ascenso
Bang Bang Boom Boom llegaría al número 3 en las listas de blues del Billboard y le valió la nominación a los Blues Music Awards, lista que encabezaría poco después, con el segundo de los dos discos grabados junto al guitarrista Joe Bonamassa, ‘Seesaw’, que fue nominado a un Grammy.
En ese momento, la vida de Hart estaba a punto de dar un giro radical. Nuevamente, Jeff Beck decide invitarle a participar en el concierto homenaje a Buddy Guy en el Kennedy Center Honors, donde se llevó una de las dos únicas ovaciones de la noche, encabezadas por el presidente Barack Obama y su esposa Michelle, por su interpretación de I’d rather go blind de Etta James.
Los productores del evento, Michael Stevens, y el director musical, Rob Mathes, vieron lo que la gente sabía desde hacía casi 20 años: una mujer que lleva su alma por bandera y la defiende con fuerza. Así que decidieron producir su nuevo álbum. Luego vino este Better Than Home, donde Beth deja atrás sus demonios, y abraza las cosas buenas que ha conseguido y mira hacia delante.
Después de colaborar con algunas de las más grandes estrellas de la historia de la música, rodearse productores de prestigio, y dejar un poderoso legado de canciones a su espalda, por fin ha encontrado la manera de convertir la energía en música positiva que conquiste a la gente. Mucha gente nunca ha conseguido llegar hasta donde ella ha llegado artísticamente. Y Better Than Home es, sin duda, el mejor lugar donde Beth haya estado nunca.